
La propuesta como sociedad debe ser cuidarnos todos, obviamente, pero, especialmente, a quienes son más vulnerables y desvalidos.
Es importante seguir dando cuenta de los problemas que enfrentan las personas mayores en nuestro país y en el Biobío. Sobre todo, teniendo presente la curva en evolución de envejecimiento que vive nuestra sociedad, según los datos del último Censo 2024.
Una realidad que, en todo caso, no es solo de Chile. Según las Perspectivas de la Población Mundial 2024, se estima que la población mundial seguirá creciendo durante los próximos 50 o 60 años y alcanzará un máximo de unos 10.300 millones hacia 2085, frente a los 8.200 millones de 2024, antes de disminuir gradualmente hasta los 10.200 millones en 2100.
Por lo anterior, resulta clave que mejoremos aspectos claves de la vida diaria para mejorar la calidad de ese segmento etario.
Una de las personas que promovía mejoras en ese sentido fue Anita Hernández, expresidente de la Unión Comunal de Adultos Mayores de Concepción, quien falleció a consecuencia del accidente del taxibús en Chiguayante, el viernes 17 de mayo pasado.
Para seguir su huella, desde la agrupación indicaron que seguirán desarrollando acciones en la misma línea. Hoy, aseguran, el tema transporte público y seguridad les preocupan.
Remitiéndonos a la historia, en 1991 la Asamblea General de la ONU adoptó los Principios de las Naciones Unidas en favor de las Personas de Edad, que enumeraban 18 derechos de las personas mayores relativos a la independencia, la participación social, la atención, la realización personal y la dignidad. Al año siguiente, la Conferencia Internacional sobre el Envejecimiento se reunió para revisar el Plan de Acción y adoptó la Proclamación sobre el Envejecimiento.
En nuestra sociedad no hay que escarbar en profundidad para darnos cuenta de que esos derechos son vulnerados continuamente. Vemos calles que no están en buen estado, donde es muy fácil caerse, con las consecuencias para la salud de las personas mayores, cuya recuperación siempre en más lenta y compleja. Microbuses que no están adaptados para el traslado de personas con menor movilidad, donde, incluso, hay conductores que manejan sin respetar que trasladan a personas, donde hasta los más jóvenes tienen problemas de mantenerse a salvo. En el caso de la seguridad, también es un hecho que ante mayor edad hay mayor vulneración frente a la delincuencia.
La propuesta como sociedad debe ser cuidarnos todos, obviamente, pero, especialmente, a quienes son más vulnerables y desvalidos. Aquí tenemos un desafío pendiente con las personas mayores.