
Durante décadas Coronel ha buscado una serie de caminos y alternativas para hacer frente a la delicada situación ambiental que aqueja a la comuna. Si bien hubo un alivio con el cierre de las termoeléctricas de Bocamina I y II, la situación sigue latente.
Durante décadas Coronel ha buscado una serie de caminos y alternativas para hacer frente a la delicada situación ambiental que aqueja a la comuna. Si bien hubo un alivio con el cierre de las termoeléctricas de Bocamina I y II, la situación sigue latente.
Ahora, la Municipalidad anunció que luego de 9 años se reintegra al Consejo para la Recuperación Ambiental y Social (CRAS), instancia que forma parte del Plan de Recuperación Ambiental y Social (PRAS) del Ministerio del Medio Ambiente.
Esta decisión, calificada como “histórica” por el jefe comunal subrogante, Javier Valencia, busca no solo reincorporarse al proceso, sino también liderar su transformación hacia una “Mesa de Transición Socioecológica Justa”.
“El alcalde Boris Chamorro toma la decisión de ser parte del CRAS en el propósito de salir de esta zona de sacrificio y pasar a una zona de restauración ambiental”, explicó Valencia, quien remarcó que uno de los primeros pasos será “la renovación del denominado CRAS social”, es decir, la elección de nuevas organizaciones civiles que representen a la comunidad en esta instancia de gobernanza.
Desde 2016, el municipio había optado por marginarse de este órgano, cuestionando la representatividad de las organizaciones sociales y la falta de voluntad política para avanzar en soluciones concretas como el cierre de termoeléctricas o la descontaminación del aire y los humedales. Durante esos años, Coronel desarrolló diagnósticos propios, como el Cabildo Ambiental de 2017 y la creación de su Dirección de Medio Ambiente en 2018.
Desde el Ministerio del Medio Ambiente, el seremi confirmó que este proceso se enmarca en la Estrategia Nacional de Transición Socioecológica Justa. “Lo que hicimos fue llamar al municipio a ser parte de este proceso de renovación de la gobernanza del CRAS, incorporando nuevos actores del mundo social, productivo y académico”, detalló.
Por eso toma más relevancia la determinación. Pues estamos frente a un nuevo mecanismo que, cómo manifestó la casa edilicia, busca dejar de ser una Zona de Sacrificio y así comenzar a escribir un nuevo capítulo en la historia de la ciudad.