Resulta esencial que exista preocupación por una buena alimentación, sobre todo, en recintos educacionales donde hay vulnerabilidad y la necesidad es mayor.
Una denuncia compleja realizaron las manipuladoras de alimentos en Concepción, debido, según señalan, a la falta de productos para completar las minutas de las comidas de estudiantes en establecimientos educacionales.
“Este año ha sido más difícil que otros años”, aseguró a Diario Concepción la presidenta del Sindicato de Manipuladoras de Alimentos Sinainter, Sandra Alvarado, quien agregó que, pese a que han disminuido el tiempo de las licitaciones con las empresas que distribuyen los alimentos a 3 años -lo que se pensó que motivaría a cumplir con las exigencias para poder acceder a la próxima licitación-, la medida no ha dado el resultado que esperaban. “Este año, más que otros, ha sido mucho más notoria la falta de productos de algunas empresas”, comentó la misma dirigente y añadió que a comienzos de año se da una especie de ‘marcha blanca’ para que se abastezcan de todos los productos, pero de todas formas a estas alturas, no han solucionado el problema.
“Los primeros días de mayo aún vemos todas las dificultades y las resistencias que tiene la empresa para abastecer el programa, finalmente son los niños los que pagan las consecuencias de una licitación muy barata en cuanto a productos”, indicó.
De acuerdo con lo que se establece, el mecanismo que tiene Junaeb para exigir el cumplimiento del abastecimiento es mediante la inspección y sanciones de multas, pero eso, al parecer no sería suficiente. Según la agrupación, los estudiantes siguen recibiendo minutas faltas de ciertos productos y que no cumplen el objetivo de una alimentación balanceada.
“Esta semana se tuvieron que repetir tres días seguidos ensalada de betarraga, porque llegaron unas lechugas en pésimas condiciones, las que se rechazaron, unas peras en pésimas condiciones que también se rechazaron”, dijo otra dirigente del mismo sindicato.
Desde Junaeb, la directora (s) Regional, Anita Saravia, explicó que “las minutas se aprueban, con la suficiente antelación para que la empresa pueda también abastecerse, porque nosotros ahora estamos aprobando ya las minutas para junio. Por lo tanto, efectivamente, el llamado es a respetar el cumplimiento de las mismas, a que los encargados de los establecimientos nos envíen las alertas cuando exista algún cambio”.
Más allá de quien sea el responsable de este problema denunciado y que afecta a estudiantes del Biobío, resulta esencial que exista preocupación por una buena alimentación, sobre todo, en recintos educacionales donde hay vulnerabilidad y la necesidad es mayor.