Resulta urgente que este problema no solo sea abordado, sino que se solucione. En esas aulas se traza el futuro de miles de estudiantes y sus familias.
Los últimos hechos de violencia escolar ocurridos en Biobío, específicamente con mayor notoriedad en recintos educacionales de Lota y Nacimiento, han puesto sobre la mesa la necesidad generar espacios de mayor seguridad y tranquilidad en el proceso del aprendizaje de miles de estudiantes primarios y secundarios.
En ese contexto, representantes de profesores nacionales y locales han hecho saber su preocupación por la falta de medidas para lograr ese objetivo.
Para ninguna familia que envía a sus hijos o hijas a estudiar a recintos vinculados a alteraciones del orden y la seguridad resulta no inquietante que ellos y ellas asistan a espacios donde no existe tranquilidad para enfrentar el esencial proceso de enseñanza.
En un artículo de Diario Concepción, el presidente del magisterio en Biobío, Jorge Barriga, estableció que Lota y Nacimiento han sido foco de esos problemas en las últimas semanas en la Región. Mencionó que “en Nacimiento ocurre una situación bastante grave, donde toda una comunidad educativa está asustada por amenazas. No se puede trabajar en esas condiciones, se llegó a acuerdos con las autoridades y esperemos que se cumplan. Estamos atentos a eso, estuve hablando con la presidenta comunal y estamos trabajando en eso”.
Que se hable de amenazas en una comunidad educativa en sin duda preocupante.
A lo anterior, se suman problemas de violencia en Concepción, Tomé, los cuales enumeró el mismo dirigente gremial y ejemplificó que “en Santa Juana, nuestro presidente comunal recibió un golpe, al separar una pelea de dos niñas. Sentimos que en este momento que como Región del Biobío estamos siendo el centro de la violencia escolar y eso nos preocupa muchísimo”.
Sobre estas denuncias, el seremi de Educación del Biobío, Carlos Benedetti, señaló que se reunió con el Coordinador Regional de Seguridad Pública, Marco Millar, y que se evaluaron la operatividad de uno de los ejes de la Coordinación Regional para la Educación como Espacio Protegido. “Se espera incorporar, a la discusión local a los sostenedores públicos y particularmente seleccionados, identificando también las acciones en conjunto que permitan intervenir los entornos en donde pueden surgir amenazas o vulnerabilidades en el ámbito de seguridad”, destacó.
A lo anterior, se suma que la violencia escolar fue tratada como uno de los temas en el último Consejo de Seguridad Pública, por lo que se espera incorporar a los representantes del mundo educacional a nivel local.
Resulta urgente que este problema no solo sea abordado, sino que se solucione. En esas aulas se traza el futuro de miles de estudiantes y sus familias.