Deben concretarse mecanismos que aseguren aspectos básicos de la labor agrícola. Esto acompañado con rigurosas fiscalizaciones que revelen con exactitud la situación laboral de las personas que trabajan en la agricultura.
Un total de 12 fiscalizaciones agrícolas se realizaron en el marco de un programa inspectivo con revisiones especialmente enfocadas en materia de seguridad y salud de faenas, en torno a predios de temporada, transporte de trabajadores temporeros y packing. De estas, se registraron infracciones en el 50% de los casos.
De los resultados, Predio Agrícola de Temporada y packing fueron las áreas que resultaron con infracciones y multas: cuatro y tres, respectivamente.
En este contexto y con el análisi de los resultados, las autoridades señalaron que la higiene y la seguridad en el trabajo agrícola son temas que se han transformado en una problemática que ha perdurado por años.
“Tal como lamentablemente lo demuestran las estadísticas oficiales y los resultados de este programa inspectivo 2023, en el que poco más de dos tercios de las infracciones detectadas correspondieron a materias de higiene y seguridad”, señaló el director del Trabajo, Pablo Zenteno.
Específicamente, en el Biobío hubo 168 trabajadores fiscalizados en el contexto de la fiscalización agrícola realizada entre enero y marzo de este año. Seis de estas presentaron un total acumulado de 16 infracciones. De esa cantidad, cuatro significaron multas, llegando a $32 millones 389 mil 480.
Cabe recordar que según estadísticas de la Superintendencia de Seguridad Social, el trabajo agrícola de temporada registra una tasa de accidentabilidad del 3,9%, solo superada por la industria manufacturera, con el 4%.
El alto porcentaje de infracciones en la Región del Biobío deja en evidencia de que el trabajo en la agricultura es sinónimo de falta a la seguridad de sus trabajadores, a pesar de que se trata de un área bastante importante para el desarrollo productivo del país.
Deben concretarse mecanismos que aseguren aspectos básicos de la labor agrícola. Esto acompañado con rigurosas fiscalizaciones que revelen con exactitud la situación laboral de las personas que trabajan en la agricultura y que las infracciones también muestren la gravedad en las faltas en estos puestos de trabajo.
También, y no menos importante, es necesario seguir fomentando la formalidad en este tipo de empleo, ya que esto igualmente le entrega garantías a los trabajadores y trabajadoras de la agricultura en la Región.