La situación de la fuga de las isapres se ha mantenido fuerte en los últimos meses al punto que tras una serie de factores ahora los propios entes privados de salud acusan un presunto mal momento económico, al punto que durante el segundo semestre del año pasado, incluso, hablaron del colapso total del sistema y con ello la desaparición de las Instituciones de Salud Previsional.
Los números son claros. La información, proporcionada en la última Estadística Mensual de Movilidad de Cartera de Cotizantes del Sistema Isapre a nivel regional, detalla que ahora son 109 mil 666 las personas que aún se mantienen en el sistema privado en el Biobío, a diferencia de las 112 mil 167 que se registraron al terminar el 2022.
Sin embargo, desde la Asociación de Isapres de Chile aseguran que la movilidad de cotizantes se debe a la actual situación económica de las personas, ya que se dificulta la posibilidad de mantener sus coberturas de salud.
“Estas fluctuaciones en el número de cotizantes han ocurrido en el pasado y coinciden con decaimientos de la economía, pero, afortunadamente, también se revierten bastante rápido cuando los indicadores económicos tienden a componerse”, argumentó Gonzalo Simon, presidente de la Asociación de Isapres de Chile.
Mientras todo esto ocurre es que, como en pocas ocasiones se ha visto, gran parte del aparato estatal se ha tenido que ir acomodando al no cumplimiento de un fallo judicial. Es que hace varias semanas la Corte Suprema resolvió que las Isapres deben devolver excedentes a sus afiliados. Cuestión que no se ha llevado a la práctica y que mientras la justicia espera la acción ordenada el resto de los poderes del Estado abordan ideas de ley corta.
Esto al final del día termina en otro escenario lógico: la migración al sistema público. Es que solo en la primera parte de este 2023, a nivel nacional, son más de 100 mil personas las que han regresado a Fonasa. Una suerte de reencanto con esta alternativa. O quizás solo la alternativa única y natural.
Cómo sea, esta es la ocasión en que el sistema público debe estar potenciado. En total condición para seguir recibiendo a quienes renuncian a la Isapres.
Experiencia reciente existe. La pandemia mostró a un modelo de prestación de salud donde el sector público supo liderar las políticas y equipos de trabajo.