Una señal que, una vez más, extiende el llamado necesario a proyectos paralelos y complementarios que ya han anunciado las autoridades: conectividad en general, nuevas carreteras e instalaciones de calidad.
La Región del Biobío es una región portuaria por excelencia. Sus bahías y terminales marítimos generan que una parte importante de la actividad nacional se radique aquí.
Por eso no deja de ser importante lo que ha ocurrido con el costo del flete marítimo durante este último semestre.
Un precio que registra una considerable baja, lo que no significa que existan mermas, sino que al contrario: ha sido una primera señal de normalización lo que ha traído como primera gran consecuencia a favor un alza en las importaciones.
Por ejemplo, si durante el año pasado el movimiento de un contenedor China-Biobío llegó a un peak de hasta US$17 mil, en estos últimos meses el valor descendió hasta los US$2 mil 800, por unidad.
Germán Alarcón, jefe de operaciones comerciales de Logistec, empresa regional orientada a la internacionalización y logística, con sede en Talcahuano, dijo que “la Región del Biobío (23% de las toneladas nacionales internadas) por sí sola ha importado a Septiembre 2022 alrededor de 1.121 millones de dólares (112 % más, frente a misma fecha de 2021), con una variación interanual de 62,8% más de declaraciones de ingreso tramitadas por Aduana en lo que va del año”.
De acuerdo con el ejecutivo, las cifras dan luces del incremento de actividad de abastecimiento regional y “abre una gran puerta a quienes comienzan a mirar con buena cara la opción de importar cargas FCL (carga completa del contenedor o Full Container Load) estimulando el mercado de maquinarias, acero, zinc, metales de uso doméstico para construcción, aislación”.
De hecho, Alarcón ejemplifica los beneficios de esta normalización en el mercado de repuestos vinculado a las importaciones de autos chinos. “En el año 2010 la importación de vehículos procedentes del gigante asiático oscilaba el 7% del mercado nacional, a fines del año 2021 se acercaba al 40% y se espera que durante el 2022 ese número se incremente, dando pie a un creciente mercado de repuestos de fácil distribución y comercialización”.
A todas luces un buen momento para el comercio portuario e importador. Una señal que, una vez más, extiende el llamado necesario a proyectos paralelos y complementarios que ya han anunciado las autoridades: conectividad en general, nuevas carreteras e instalaciones de calidad.