Editorial

Las puertas que se abren y el balance de la derrota del Apruebo

El voto de castigo fue más duro de lo que se esperaba y debería traducirse en un bálsamo de humildad y también en una lección para el proceso que se realice en el futuro.

Por: Editorial Diario Concepción 05 de Septiembre 2022
Fotografía: Archivo | Diario Concepción

Un ejemplo de civilidad entregó Chile este domingo con el Plebiscito de Salida. Más allá del resultado, que mostró un triunfo rotundo de la alternativa Rechazo, lo que vimos fue una participación histórica de la ciudadanía, que acudió a las urnas a expresar su opción a la propuesta constitucional elaborada por la Convención Constitucional.

Atrás quedan los 387 artículos que los 155 convencionales entregaron al escrutinio de la ciudadanía y que ahora son parte de un camino truncado, aunque el proceso constituyente continúa abierto.

En todo caso, para gran parte de Chile, incluido el Presidente Gabriel Boric, el triunfo del Rechazo no significa que la Constitución de 1980 seguirá siendo la carta magna que guíe al país, sino que se debe buscar la mejor forma de reemplazarla. Es más, desde este lunes, se comenzaría a cimentar una nueva vía para concretar una Nueva Constitución.

Lo anterior no quita que, a la hora de los balances, al menos una de las explicaciones para la derrota del Apruebo, sin duda, es el voto de castigo de la ciudadanía.

Un sufragio mayoritario que también reprobó el comportamiento de varios de los integrantes del órgano constituyente, algunos de los cuales fueron fuertemente criticados en su momento.

El voto de castigo fue más duro de lo que se esperaba y debería traducirse en un bálsamo de humildad y también en una lección para el proceso que se realice en el futuro, en torno a una Nueva Constitución, que por hoy queda pendiente.

Sin embargo, el triunfo del Rechazo tampoco puede decirse que es representativo de la centro derecha.
Hay otros factores a considerar como que, durante gran parte de la campaña, los representantes nuevos e históricos de ese sector desaparecieron de la actividad pública asociada con la opción ganadora.

En suma, el camino constitucional no está cerrado, pero queda por definir qué vía se definirá para alcanzar un acuerdo.
También, queda la incógnita sobre qué se rescatará de la propuesta ayer rechazada.

En fin, si bien nuevamente dimos una muestra al mundo de civilidad y respeto hacia la democracia, queda mucho paño que cortar.

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