La última elección presidencial del 19 de diciembre pasado sumó sólo un 55% de participación del padrón electoral en el país y, aún así, hubo reclamos por transporte y largas filas.
Sin ninguna duda, el próximo 4 de septiembre será un día histórico en que ciudadanas y ciudadanos acudirán a las urnas a aprobar o rechazar la propuesta de nueva Constitución, que fue el resultado de un año de trabajo para 155 convencionales.
Jornada que estará marcada por las 15.173.857 personas que en Chile están habilitadas para participar en la elección, cuya concurrencia es obligatoria. Otros datos, aportado por el Servicio Electoral, es que en el país hay 7.728.662 votantes mujeres y 7.347.961 que son hombres.
En la Región del Biobío serán poco más de 1 millón 300 mil habilitados/as para sufragar en las 33 comunas.
Los pronósticos hoy apuntan a que, dado el tipo de elección, donde en una sola papeleta se marcará entre una u otra opción, no debería generarse atochamientos o largas filas en los locales de votación. Pero la duda queda instalada, de todas formas, dado que luego de años se vuelve a una elección de carácter obligatoria, lo que seguramente detonará una amplia asistencia.
Entre las medidas adoptadas por el Servel para esta elección aparece que los electores tendrán asignados establecimientos de sufragio cercanos a su domicilio, lo que evitaría un desplazamiento mayor en vehículo particular o transporte público.
También, se espera la reunión de coordinación entre el Ministerio del Interior, el Servicio Electoral y las Fuerzas Armadas, a cargo de la seguridad del proceso electoral ese día, para que oficialicen todas las medidas que se adoptarán y serán determinantes para darle continuidad a la jornada.
Se espera que el 4 de septiembre sea sin contratiempos, sin embargo, hasta podría llamar la atención que en ningún momento se haya planteado públicamente la opción de realizar la votación en dos días, dado que se estima la obligación de sufragar de un 100% del padrón electoral y aún estamos en medio de pandemia.
La última elección presidencial del 19 de diciembre pasado sumó sólo un 55% de participación del padrón electoral en el país y, aún así, hubo reclamos por transporte y largas filas.
Esperemos que las autoridades respectivas tengan entre los supuestos los problemas señalados y no se repitan experiencias pasadas.
Este proceso electoral merece mantel largo, Chile elige su futuro.