El país necesita un nuevo pacto fiscal: uno que ponga foco en una mejor distribución de la riqueza, que apunte al desarrollo con más equidad y más eficiencia no solo en la recaudación, sino que en el uso de los recursos recaudados.
El ministro de Hacienda, Mario Marcel, ha detallado en diferentes instancias el contenido de la propuesta de reforma Tributaria que busca impulsar el Ejecutivo. Es un proyecto clave para el programa del Presidente Gabriel Boric: según el ministro Marcel, permitirá financiar la mitad del programa de gobierno con la recaudación de unos US$ 12 mil millones. En términos financieros representará ingresos equivalentes al 0,6% del PIB en 2023. Se incrementará a 1,8% del PIB en 2024; a 3,1% en 2025 para finalmente llegar a 4,1% en 2026. Es decir, los cálculos apuntan a una importante contribución de la reforma al desarrollo y crecimiento del país, puesto que la mayor recaudación financiará programas sociales, inversiones en salud, carreteras, educación, medio ambiente, entre otras áreas.
Se han levantado distintas voces respecto a la iniciativa y no todas son favorables a las pretensiones del ministro. Alegan que los dos años para la implementación gradual no son suficientes y piden un plazo mayor. Se ha dicho que el proyecto busca “castigar” a la clase media y que más personas de ingresos medios pagarán más tributos.
Sin embargo, las estimaciones oficiales indican que el 97% de los contribuyentes mantendrá su carga tributaria. Por ende, sólo el 3% de las personas deberá pagar más impuestos. Lo que hace la reforma es reestructurar el impuesto a la renta al aplicar nuevos beneficios para la clase media, a la vez que establece un nuevo tributo a las mayores fortunas, un nuevo gravamen a la gran minería, entre otros puntos que considera la iniciativa.
El país necesita de un nuevo pacto fiscal: uno que ponga foco en una mejor distribución de la riqueza, que apunte al desarrollo con más equidad y más eficiencia no solo en la recaudación, sino que en el uso de los recursos que serán recaudados. Estos dineros serán claves para implementar políticas efectivas en promoción del empleo y la inversión en Chile.
Otro punto a destacar en la iniciativa está relacionado con la tributación de las empresas. Una de las mayores novedades es la reducción del impuesto de primera categoría y también la reducción en la aplicabilidad de la renta presunta. Son mecanismos que entregarán mayor justicia tributaria para las empresas. En ello, lo fundamental: nuevos atributos y mecanismos para evitar la elusión, una materia que debe ser abordada.