Durante la primera quincena de mayo, el Presidente Gabriel Boric se reunió en La Moneda con la mayoría de los representantes de la Asociación Nacional de Gobernadores Regionales de Chile, y lo hizo justo en momentos que surgían cuestionamientos por el cruce de competencias entre delegados presidenciales y las autoridades electas. Lo anterior, en particular por hechos ocurridos en Punta Arenas. En esa oportunidad, surgió además la idea de un Foro para la Descentralización, instancia que se encargará de evaluar y analizar las competencias que serán traspasadas a las regiones.
El citado Foro partió el viernes recién pasado en Rancagua. “En 100 días esperamos entregarle al Presidente la recomendación de cómo avanzar en paso firme a lo que él nos ha mandatado: entregar más poder a nuestras regiones. Un trabajo que hacemos desde nuestros ministerios, del Ejecutivo, en conjunto con los gobernadores y gobernadoras. Esperamos prontamente mostrarle al país el ánimo y voluntad que nos ha mandatado el Presidente”, manifestó en la oportunidad la ministra del Interior, Izkia Siches.
Ese día, además de Siches, estuvieron presentes otros 11 ministros, y fue el subsecretario de Desarrollo Regional, Miguel Crispi, quien ofició de anfitrión de la instancia. “Esa tradición centralista, una tradición de nuestro Estado chileno y de todas las regiones, es la que nuevamente vamos a intentar torcer en este espacio. Por eso quiero celebrar el ánimo con el que llegamos hoy. Entendemos que estamos en la misma vereda, en la vereda de la descentralización y de quienes necesitan que las decisiones se tomen cerca de sus hogares”, dijo Crispi.
La metodología del foro considera tres mesas de trabajo paralelo y colaborativo: desarrollo social y cultural; fomento productivo; y ordenamiento territorial. En cada una de ellas, participarán los ministerios correspondientes. Al término de la discusión se entregará un informe con las principales conclusiones a un Comité Interministerial en Descentralización, que analizará y evaluará las competencias que serán traspasadas.
El proceso concluirá solo días antes del Plebiscito de Salida, todo un simbolismo. Y, claro, más allá de ello, lo importante es que finalmente se concrete la anhelada entrega de competencias, necesarias para dejar de ser centralista, no solo en el país, también los territorios.