¿Qué significa que Chile pase a consumir recursos naturales “a crédito”? Ocurre que con el sobregiro ecológico el país supera la capacidad de sus ecosistemas para regenerar sus recursos. Consume más de lo que puede renovar el medio ambiente.
Podría convertirse en una tradición: por tercer año consecutivo, Chile es el primer país en Latinoamérica en sobregirarse ambientalmente. Es decir, en menos de 5 meses agotó todos los recursos naturales presupuestados para este 2022. Esas son las estimaciones de la Red Global de la Huella Ecológica (Global Footprint Network, o GFN), organización internacional a cargo de determinar las fechas en que cada país sobrepasa sus límites ambientales. Entre otras labores, la GFN estudia la huella ecológica de la humanidad y los impactos en el cambio climático.
En simples, la GFN junto a otras organizaciones hace un presupuesto anual con todos los recursos naturales del planeta y se contabilizan los gastos de estos recursos naturales. El ejercicio revela que muchos naciones consumen el presupuesto antes de la mitad del año, incluyendo Chile, que llegó a la marca el 15 de mayo, dos días antes de lo registrado en 2021. En un escenario hipotético, si todo el mundo asumiera el estilo de vida y de consumo de los habitantes de Chile, los recursos naturales disponibles por todo el planeta y en forma sostenible para 2022 se habrían agotado antes de la mitad del año. En una visión más economicista: se mide la demanda y luego se compara con la oferta y las cuentas no cuadran: Chile ya está sobregirado en materia de biocapacidad, lo que se conoce como “Overshoot Day”.
Pero, ¿qué significa que Chile pase a consumir recursos naturales “a crédito”? Significa que con el sobregiro ecológico el país supera la capacidad de sus ecosistemas para regenerar sus recursos. Consume más de lo que puede renovar el medio ambiente.
Las estimaciones de la GFN y el concepto de sobregiro ecológico no tienen una impronta científica, sino que se trata de un escenario hipotético. Sin embargo, el ejercicio busca encender las alarmas sobre los modelos de consumo actual versus la finita capacidad de la Tierra para generar recursos naturales. Existe una gran cantidad de evidencia científica sobre la crisis climática y de pérdida de biodiversidad, y todo ese panorama es una demostración de que estamos lejos de ser sustentables. La cuenta corriente de nuestras reservas medioambientales llegó a cero y comenzamos a ocupar una línea de crédito. Es un llamado de atención si el país realmente desea alcanzar niveles de desarrollo sustentables, duraderos y solidarios.
Archivo