Es clave considerar que hay beneficios y costos y que el país está en condiciones de debatirlo.
El proyecto de reducción de la jornada laboral – que sigue descansando en la Cámara Alta – ha producido un gran debate entre gremios, empresariado, académicos y políticos, con defensores y detractores de la propuesta. Entre los parlamentarios que deben analizar el proyecto hay dudas sobre el impacto que pudiera tener en la economía chilena, como también respecto a los plazos de implementación de la jornada reducida.
En la tramitación del proyecto se ha dicho que en Chile es necesario ser más productivos de manera previa y no viceversa, y que una reducción de la jornada laboral redundará en menor producción y por ende en menores ingresos. También están los que afirman que, al bajar la jornada laboral, trabajadoras y trabajadores tendrán más tiempo para descansar, pasar tiempo con la familia y realizar otras actividades. En consecuencia, se tendría un mejor desempeño en el trabajo.
Diversos investigadores se han dedicado en Chile a estudiar impactos de la reducción de la jornada laboral. Con base en la evidencia internacional no es posible afirmar que tendría grandes efectos negativos en la economía nacional y una menor productividad del país. En el ámbito interno, los estudios (Eyzaguirre, 1981; Marcel, 1987; Martínez, Morales, Valdés, 2001; Fajnzylber, Malone, 2005) indican mayor demanda de trabajadoras y trabajadores empleados, como también positivos efectos sobre la productividad, lo que aseguraría un aumento del ingreso. De acuerdo con la teoría económica moderna, las mejoras en las condiciones laborales derivarían en aumentos de productividad laboral y, por ende, en aumentos salariales.
A todas luces es una materia que genera polémicas, más que consensos. Es clave considerar que hay beneficios y costos y que el país está en condiciones de debatirlo. Esta discusión se hace más necesaria considerándose los efectos de la pandemia no solo en la economía, sino en la salud mental de una gran parte de la población. La experiencia comparada revela que la reducción de la jornada laboral puede generar incrementos en la productividad dado que tiende a disminuir la fatiga, los errores, los accidentes y el ausentismo. A la vez, puede incrementar el costo salarial. Sin embargo, otras naciones han avanzado en ese camino y pueden ofrecer valiosas lecciones para la actualidad nacional chilena.