Editorial

Juntos y revueltos, pero ¿dónde está el oficialismo?

En medio de definiciones importantes, la interrogante apunta a si estas fuerzas políticas conversan, llegan a acuerdos, trabajan de forma separada, o lo que sería peor, improvisan.

Por: Editorial Diario Concepción 16 de Mayo 2022
Fotografía: Twitter | @Presidencia_cl

Uno de los hechos que se vislumbraba particular para esta administración del Presidente, Gabriel Boric, apuntaba a sus aliados, a quienes serían parte del oficialismo. Y, claro, fueron muchos y variados los apoyos que tuvo el magallánico durante la segunda vuelta presidencial, gracias a lo cual se impuso con claridad al postulante de la derecha.

A poco andar el gobierno, en efecto, uno de los temas difusos tiene que ver con quienes forman parte de la fuerzas oficialistas. Y ello no se relaciona exclusivamente con el aspecto legislativo, por ejemplo, con la recordada votación del proyecto que entregaba un quinto retiro desde los fondos previsionales; también se observa en el debate diario, incluso, en la Región con críticas a la delegada presidencial, Daniela Dresdner, donde su propios aliados han cuestionado públicamente algunas de sus decisiones.

En los hechos, la actual administración de gobierno cuenta con el apoyo de dos bloques políticos: Apruebo Dignidad y Socialismo Democrático.

El primer conglomerado es la base primaria del Presidente Gabriel Boric. De hecho, el partido en el cual milita, Convergencia Social, es parte del bloque, así como Revolución Democrática (RD), el Partido Comunista (PC) y la Federación Regionalista Verde Social (Frvs), todos ellos legalmente inscritos en el Biobío.

El segundo conglomerado mencionado lo integran, entre otros, algunos emblemáticos partidos concertacionistas como el PS, el PPD y el Prsd.

Así las cosas, la representación legislativa en Biobío se reduce a un senador, el socialista Gastón Saavedra, y las diputadas del Distrito 20, María Candelaria Acevedo (PC), y del Distrito 21, Clara Sagardía (CS).

Lo anterior, son solo datos, información dura.

En medio de definiciones importantes, donde la estrategia oficialista ha sido sometida a constantes pruebas con las movilizaciones de trabajadores forestales, primero, y subcontratistas de Enap, después; la gran interrogante apunta a si estas fuerzas políticas conversan, llegan a acuerdos, trabajan de forma separada, o lo que sería peor, improvisan.

Hasta ahora el panorama se ve difuso, pero aún parece haber espacio para clarificar. Desde la oposición, mientras tanto, toman palco. No parece necesario intentar algo más.

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