Editorial

El acuerdo de Escazú

La votación en el Senado debería ratificar el interés de Chile en el Acuerdo de Escazú. Una buena señal en términos de coordinación, capacidades y cooperación entre países.

Por: Editorial Diario Concepción 15 de Mayo 2022
Fotografía: Facebook Humedal Vasco da Gama

No ha recibido en Chile la atención que se merece pero, al fin y al cabo, el tratado conocido como “Acuerdo de Escazú” avanza en el Congreso Nacional. Fue ratificado por la Cámara de Diputados y Diputadas, con 105 votos a favor, 34 en contra y 3 abstenciones, por lo que pasa directamente a ser analizado por el Senado. En la Cámara necesitaba de 93 sufragios favorables para ser aprobado, es decir, le sobraron votos. En el Senado será necesario contar con el apoyo de 30 senadores, por lo que se espera que el tratado sea avalado con holgura en su segundo trámite constitucional.

¿Por qué este acuerdo es importante para el país? Porque facilita el acceso a la información relacionada con el medio ambiente de un territorio, a la vez que impulsa la participación ciudadana en la toma de decisiones vinculadas a asuntos ambientales. Es un instrumento jurídico vinculante y es el primer tratado en el mundo en que se incorporan disposiciones específicas para la protección de defensores ambientales. En términos prácticos, el Acuerdo de Escazú (llamado así porque fue firmado en esa ciudad de Costa Rica en 2018) permite transparentar materias que suelen ser tratadas con reservas por los gobiernos y establece mecanismos para la solución de conflictos ambientales.

Fue firmado por 24 de los 33 países de América Latina y Caribe, y si bien Chile estuvo como impulsor de la iniciativa en sus inicios, durante el segundo mandato del Presidente Sebastián Piñera el Gobierno se restó de suscribir el acuerdo con el argumento de que el tratado “mezcla derechos humanos con medio ambiente”. En cambio, la actual administración lo hizo en los primeros días al enviar al Congreso un Mensaje Presidencial para análisis y votación del tratado.

La votación en el Senado debería ratificar el interés de Chile en el Acuerdo de Escazú, a la vez que es la oportunidad para posicionarnos como un actor relevante en el escenario internacional en materias medioambientales. Que la adhesión al mismo haya sido una de las primeras acciones del actual Gobierno le confiere importancia al asunto que debería estar cerrado antes de la próxima cumbre sobre cambio climático (COP27), que se llevará a cabo en Egipto el mes de noviembre. Es una buena señal para Chile y los países de la región, en términos de coordinación, capacidades y cooperación.

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