“Un día como Presidente” simboliza el compromiso que debe ser asumido como país para apoyar tanto a las y los menores con enfermedades terminales como también a sus familias.
Ayer se realizó una nueva versión, en el Salón de Honor del Congreso Nacional, de la ceremonia “Un día como Presidente”, que simboliza el compromiso de toda la sociedad con cientos de niños, niñas y adolescentes con enfermedades terminales. Este es el segundo año en el que se dan cita autoridades, deportistas y legisladores de todos los sectores políticos con el fin de visibilizar a estos niños y niñas que enfrentan enfermedades complejas junto a sus familias.
En la ceremonia también se realiza la entrega de la “Medalla al Mérito”, tiene como finalidad influir positivamente, disminuyendo el desgaste psicoemocional de niños, niñas y adolescentes con diagnósticos adversos. El Congreso Nacional invita para la actividad a artistas, animadores, cantantes, deportistas y personas naturales con el objetivo de reconocer el esfuerzo y la valentía que tiene cada uno de estos niños y niñas que enfrentan momentos difíciles.
Según los datos de Organización Panamericana de la Salud, el 55% de niñas, niños y adolescentes con cáncer se curan en América Latina y el Caribe. Cada año alrededor de 29 mil de estos menores son diagnosticados con una enfermedad compleja. Los tipos más comunes son la leucemia, el linfoma, tumores de sistema nervioso central, el tumor de Wilms y el retinoblastoma.
Es una realidad poco destacada en los medios de todo el mundo y que, además, tiene un carácter perverso: las familias de menores ingresos enfrentan situaciones inaceptables en aspectos como la detección temprana, el diagnóstico y el acceso a tratamientos de calidad y cuidados paliativos. Esas desigualdades generan brechas en la tasa de supervivencia que van desde el 20% hasta un 80%, dependiendo del país.
Distintas actividades se realizan alrededor del mundo con el objetivo de generar apoyo y compartir historias de niños, adolescentes y sus familias que enfrentan enfermedades complejas. Entre otros motivos, porque es necesario fomentar la decisión de completar los tratamientos y salvar vidas. El abandono del tratamiento contribuye a una baja sobrevida de estos menores. La actividad “Un día como Presidente” simboliza el compromiso que debe ser asumido como país para apoyar tanto a las y los menores con enfermedades terminales como a sus familias. Y es un recuerdo de que la inequidad e injusticia son parte del debate actual en salud.