El país requiere de sus rutas despejadas y de la normalidad necesaria para el flujo de bienes y servicios. Más que bloquear caminos, es necesario construir puentes.
Esta semana la Región del Biobío estuvo en el foco de la atención nacional debido a las movilizaciones de los transportistas de carga. Hubo incidentes en distintas zonas de la Región, con bloqueos de algunas de las principales carreteras, entre otras manifestaciones. El jueves se alcanzó un acuerdo entre el Gobierno, trabajadoras y trabajadores forestales que ha permitido recuperar el tránsito en las principales carreteras de Biobío. El gremio transportista aceptó la propuesta del Ejecutivo, que buscaba evitar volver al Estado de Excepción en la Macrozona Sur.
Un largo recorrido fue necesario hasta llegar al acuerdo. En otra manifestación de los transportistas, que bloqueron rutas la zona norte de Chile a fines de abril, la respuesta del Gobierno fue enfática: el Ministerio del Interior señaló que “instruyó a Carabineros de Chile concurrir hacia los puntos bloqueados para hacer cumplir la ley, de conformidad con el Artículo 6, letra c) y d) de la Ley de Seguridad del Estado”, norma por la cual también se estudiaba una querella.
En las movilizaciones de esta semana con los contratistas forestales fue posible llegar a buen puerto, y en cuyas negociaciones las autoridades del Interior estuvieron directa y presencialmente involucradas. Si bien todavía existen focos de “semibloqueos” de rutas, la mayoría de los transportistas ha aceptado deponer la medida de fuerza.
Sin embargo, otro foco de conflicto en Biobío alcanzó dimensiones impensadas. Trabajadores contratistas bloquearon los accesos a la refinería de Enap y del Terminal Marítimo San Vicente. Con esa movilización, fue necesario detener el 100% de las operaciones logísticas y de distribución de combustible por parte de la estatal, que incluso lanzó un comunicado público alertando que en un plazo de 5 días Enap no tendrá las condiciones para el abastecimiento de gasolina, diésel y kerosene doméstico para calefacción en la Región del Biobío y la zona sur del país. Por ello, la estatal solicitó que sus instalaciones “sean despejadas a la brevedad”.
El país requiere de sus rutas despejadas y de la normalidad necesaria para el flujo de bienes y servicios. Más que bloquear caminos, es necesario construir puentes. De diálogo y búsqueda de soluciones que sean óptimas para la ciudadanía, gremios, empresas y el Estado.