Se cree, salvo alguna novedad imponderable, que el punto más alto de contagios en Chile ya ha pasado, dado que el coronavirus podría ser más transmisible, pero menos maligno, transformándose en una enfermedad común endémica.
Hace poco más de un año el coronavirus era una preocupación lejana y estaba concentrado en China. En menos de un mes se activaron brotes en Corea del Sur, Italia, Alemania y España y por fin se confirmaron casos en todos los continentes. La Covid-19 se transformó en una emergencia internacional, para luego ser declarada como pandemia global. Y, entonces, el mundo cambió.
Las epidemias y pandemias acompañan a la Humanidad desde que se tiene registro en la historia. Eventos dramáticos como la peste bubónica, la gripe española, la viruela, la difteria, el cólera, la gripe Aviar, el Ébola y la actual Covid-19 son los más recientes. Los virus y las enfermedades han sido parte de nuestra convivencia.
Sin embargo, la realidad de hoy en Chile es muy distinta a la que se avizoraba en abril de 2020. El éxito obtenido por las campañas de vacunación cambiaron el panorama por completo: desde la incertidumbre de los contagios, nuevas cepas, muertes y aislamiento a una recuperación gradual de la rutina que se mantenía en el periodo prepandemia. Junto con las vacunas, cabe destacar las buenas costumbres en la ciudadanía, como uso de mascarillas, distanciamiento social y el lavado de manos. El control de la pandemia del coronavirus inevitablemente pasa por prácticas de autocuidado personal y en forma colectiva.
Así, Chile está hoy centrado en doblegar la pandemia través de políticas sanitarias y de refuerzo a comportamientos ciudadanos. Según los especialistas, las pandemias tienen dos tipos de final: por razones médicas, cuando disminuyen las tasas de incidencia y muerte por la enfermedad; y un final de carácter social, cuando se desploma el miedo a la enfermedad.
La vacuna ha sido un aporte inestimable para un final con características médico-sanitarias. Es probable que al menos gran parte de la población haya perdido el temor inicial de los primeros meses de Covid-19. Si bien los investigadores coinciden en que no es posible hacer previsiones sobre el término de la pandemia, existe una tendencia a ser más optimistas. Se cree, salvo alguna novedad imponderable, que el punto más alto de contagios en Chile ya ha pasado, dado que el coronavirus podría ser más transmisible, pero menos maligno, transformándose en una enfermedad común endémica.