Editorial

Madre Tierra

Mientras se acumulan las evidencias de impactos negativos de la visión extractivista sobre el planeta, en este Día Internacional de la Madre Tierra es necesario hacer un llamado a la acción colectiva e individual.

Por: Editorial Diario Concepción 22 de Abril 2022
Fotografía: Contexto | Guido Pavez

Hace poco más de una década que el 22 de abril fue declarado por las Naciones Unidas como el Día Internacional de la Madre Tierra. El término “Madre Tierra” fue adoptado por la ONU como una expresión utilizada para referirse a la interdependencia entre los seres humanos, las demás especies vivas y el planeta como un todo.

La fecha de hoy incentiva a reflexionar sobre los efectos de la acción humana sobre el planeta, como también sobre las advertencias de científicos que desde 1960 lanzaban alertas sobre el aumento de la temperatura del planeta y la necesidad de cambio de la matriz energética, puesto que los combustibles fósiles no son eternos. La efeméride creada por la ONU también propone crear conciencia sobre otros problemas que afectan al planeta, como la sobrepoblación, la contaminación, la conservación de la biodiversidad y otras materias ambientales y ecológicas.

Junto con el tema energético, el incremento de las temperaturas globales debe figurar entre las prioridades de las preocupaciones con el planeta. No hay duda alguna sobre los efectos del cambio climático y el último informe de situación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), que lleva más de tres décadas sentando las bases sobre la materia, fue categórico en demostrar los cambios en la Tierra. El lapidario informe afirma que una parte considerable de los cambios observados no tiene precedentes en cientos de miles de años. Y más grave: algunos de estos cambios en curso, como el aumento del nivel del mar, tardarán siglos en revertir, si acaso logremos revertirlos.

Mientras se acumulan las evidencias de impactos negativos debido a una visión extractivista sobre el planeta, en este Día Internacional de la Madre Tierra es necesario hacer un llamado a la acción colectiva e individual. A avanzar del discurso al cambio de conducta. Diversos actores plantean, para lograr ese cambio de conducta, la necesidad de establecer con claridad que el planeta Tierra sea considerado como sujeto de derechos, exigibles para su conservación y no como un recurso económico. Dotar de derechos exigibles al planeta, al medio ambiente o a la naturaleza, como también la creación de una institucionalidad con facultades de ejercer la defensa de tales derechos, comienza a tomar forma no solo como una idea viable, sino que como un principio fundamental.

Etiquetas