El país ha mantenido una senda de recuperación de la economía, de generación de puestos de trabajo y de crecimiento, en contraste con los meses de confinamiento debido al coronavirus. La percepción microeconómica ciudadana, sin embargo, no ha tenido el mismo desempeño.
Chile es líder mundial en cuando a pérdida de de confianza en la economía. Ese es uno de los resultados del sondeo realizado por Ipsos (Institut de Publique Sondage d’Opinion Secteur) correspondiente a marzo, el cual sostiene que Chile cayó a su peor nivel en ocho meses. El sondeo titulado “Índice de Confianza del Consumidor” fue aplicado en 28 países y consultó a más de 21 mil personas y el resultado ubica a Chile como el país del mundo donde más bajó la confianza en la economía.
El estudio recoge la opinión de la ciudadanía respecto a las economías locales, las finanzas personales, los ahorros y las garantías para realizar inversiones. En los últimos meses, la tendencia ha sido a la baja. Con los datos de marzo, Chile se ubicó en una zona en donde predomina el pesimismo por sobre el optimismo en la economía. Mientras que en noviembre chilenas y chilenos tenían la mejor percepción de la economía en el ámbito latinoamericano, hoy el índice se ubica por debajo tanto del promedio de Latinoamérica como del promedio mundial.
¿Qué explicaría este aumento de la percepción negativa sobre el porvenir económico? Lo más probable es que la sensación de pérdida de poder adquisitivo haya impactado fuertemente. Los precios de alimentos, vestuario, vivienda, servicios y combustibles han sufrido aumentos significativos que merman la capacidad de compra de los hogares. La noticias sobre la pandemia y los conflictos bélicos en el mundo podrían responder por la pérdida de confianza en la generación de empleos y capacidad de solvencia de las empresas y personas. Es decir, se conjugan tantos factores internos como externos y la mayor liquidez – que en su momento fue considerada como un salvavidas en medio a la crisis sanitaria – hoy es señalada como uno de los responsables por el alza inflacionaria. Se ha instalado cierto grado de inseguridad respecto al futuro.
Pero una cosa es la percepción y otra es la realidad concreta. El país ha mantenido una senda de recuperación de la economía, de generación de puestos de trabajo y de crecimiento, en contraste con los meses de confinamiento debido al coronavirus. La percepción microeconómica, sin embargo, no ha tenido el mismo desempeño, dados los nuevos escenarios que el mundo ha enfrentado en los últimos meses.