Lo que vendría a continuación es la fase en que la sociedad pasa a convivir con el virus, reforzando la vacunación, el autocuidado y aprendiendo a convivir con esa realidad. Hay motivos para estar optimistas.
Un largo camino se ha recorrido desde el inicio de la pandemia. En el verano de 2020, había alarma y preocupación mundial, se conocían las primeras muertes por Covid-19 y se proyectaban los impactos socioeconómicos que provocaría el coronavirus. La palabra más utilizada para referirse al futuro inmediato era “incertidumbre”.
Más de dos años después, el escenario es distinto. Chile avanza en la aplicación de la cuarta dosis de vacuna contra la Covid-19. Se terminaron las cuarentenas y el toque de queda, y la ciudadanía aprendió a convivir con mascarillas, distanciamiento físico y una serie de precauciones que ha impuesto la crisis sanitaria.
De hecho, el Ministerio de Salud anunció importantes modificaciones en el control y gestión de la pandemia, donde destaca la eliminación parcial del uso de mascarillas y cambios en el Plan Paso a Paso. Desde el 14 de abril la población podrá estar en espacios públicos sin el tapabocas, siempre y cuando haya más de un metro de distancia entre personas.
Es un ejemplo de las nuevas situaciones a las que tendremos que acostumbrarnos. La inmunidad que logra una persona después de vacunarse o tras recuperarse de la Covid-19 disminuye con el tiempo. Además, el coronavirus seguirá con mutaciones que obligarán a nuevas dosis de vacunas y al autocuidado como un hábito permanente. Las vacunas contra la Covid-19 han demostrado su efectividad para evitar muertes o enfermedad grave, y los científicos coinciden en que en Chile ha superado la peor etapa de emergencia. Lo que vendría a continuación es la fase en que la sociedad pasa a convivir con el virus, reforzando la vacunación, el autocuidado y aprendiendo a convivir con esa realidad.
La historia muestra que la Humanidad ha superado todas las pandemias. Después de cada enfermedad pandémica hubo mejoras en la salud pública, reducción en las muertes por desnutrición, enfermedades infecciosas, ambientales, entre muchos otras avances que se iban consolidando en forma gradual. Nadie puede afirmar con seguridad cuando estaremos en la era “poscovid” y la única certeza en medio a la incertidumbre natural que genera el virus es que debemos seguir con el autocuidado para así superar al 100% la crisis sanitaria. Hay motivos para estar optimistas.