La materia está en el centro de la discusión y se ha creado un comité interministerial que evaluará la conveniencia de mantener el cambio de hora en el futuro.
Entró en vigencia un nuevo cambio de hora decretado por ley en Chile. Con ello, el horario de invierno comenzó a las 23:59 horas (que pasa a ser 22:59 horas) en Chile Continental —a excepción de Magallanes—, el Archipiélago de Juan Fernández y las Islas Desventuradas. El nuevo horario oficial estará vigente hasta el primer sábado de septiembre, cuando los relojes se adelantarán una hora. Con la decisión, regresó el debate sobre los efectos para la salud de las personas, como también sobre los fundamentos económicos para que se implemente la medida.
Se han realizado muchos estudios alrededor del mundo acerca de cómo adelantar una hora los relojes puede afectar al organismo, pero no hay consenso si los resultados son concluyentes. Sin embargo, la mayoría de los especialistas han indicado efectos desde una perspectiva fisiológica, como la alteración en la secreción de melatonina, la hormona que regula los estados de vigilia y sueño de acuerdo con la luz solar. Una desregulación en la secreción de melatonina sería suficiente para desencadenar síntomas como cansancio, fatiga e incluso irritabilidad en las personas. Las criticas por el cambio de hora apuntan a que los seres humanos estamos acostumbrados a ciclos de luz y oscuridad y una alteración forzada en estos ciclos altera la fisiología.
El cambio de hora también ha sido criticado porque, según especialistas, no produce el efecto esperado: reducir el consumo de energía. El argumento para el ajuste de reloj supone un ahorro energético y económico: se aprovechan más las horas de sol, por lo que se consumiría menos energía eléctrica. Sin embargo, la evidencia ha demostrado que la disminución del consumo de electricidad es marginal, mientras que con otras medidas, como la utilización de aparatos más eficientes, se logra un ahorro más significativo. La utilización de ampolletas LED suele ser señalada como ejemplo de tecnología que genera menor consumo.
La materia está en el centro de la discusión y se ha creado un comité interministerial que evaluará la conveniencia de mantener el cambio de hora en el futuro. Sin embargo, es necesario que los ministerios de Salud y Ciencia participen de este organismo. El debate deberá poner foco en los aspectos técnicos y científicos y estas carteras tienen algo que decir al respecto.