La ominosa guerra tiene además un efecto obvio: la crisis humanitaria provocada por los ataques a la poblacion civil y el deterioro de las condiciones de vida como resultado de las acciones militares.
En una reciente columna de opinión publicada por este medio el autor hizo mención a ciertas afirmaciones acerca de que no debemos considerar lo que pasa en Ucrania, porque en Chile tenemos problemas más importantes. De hecho, sí los tenemos: la evolución de la economía, la seguridad, la congestión vehicular de todos los días, el alza de precios, las reformas en desarrollo y otras materias que requieren atención inmediata. Sin embargo, creer que el conflicto está demasiado lejos para afectar a Chile es una evaluación bastante equivocada.
En primer lugar, porque los efectos son inevitables, por ejemplo, en la esfera económica. El precio de crudo internacional sufrió el impacto de la guerra en Europa y ese impacto tuvo repercusión en el precio de los combustibles en nuestro país. De paso, la cotización del dólar, los alimentos y las materias primas industriales. Con una economía abierta y anclada en los mercados internacionales Chile recibe los coletazos en mayor o menor grado de lo que ocurre en estos mercados internacionales.
La ominosa guerra tiene además un efecto obvio: la crisis humanitaria provocada por los ataques a la poblacion civil y el deterioro de las condiciones de vida como resultado de las acciones militares.
Tantas personas han tenido que abandonar sus hogares que se ha descrito la situación como “la crisis de refugiados de más rápido crecimiento en Europa desde la Segunda Guerra Mundial”, según palabras de Filippo Grandi, Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados. Las migraciones – muchas veces forzadas – son una realidad mundial y Chile no está exento de algo similar. Sin el apoyo de los demás países, las crisis humanitarias suelen convertirse en catástrofes humanitarias.
Además de los motivos humanitarios y de derechos humanos, como también las mencionadas razones económicas, la invasión de Ucrania por Rusia afecta a los demás países también en la esfera geopolítica. Estados Unidos, la Unión Europea, Reino Unido y Canadá aplicaron sanciones, sin acciones militares, contra Rusia, país con inventario de más de 6.200 ojivas nucleares. Son razones de sobra para al menos estar informado sobre la realidad, con fuentes fiables y libres de fake news, trolls y bots que no hacen más que desinformar.