La administración del Presidente, Gabriel Boric, entra en su segunda semana de gestión, tras su asunción el pasado viernes 11 de marzo, y en estos primeros nueve días han ocurrido una serie hechos que han generado reprobación de sus detractores, pero también halagos de sus adherentes: la polémica visita de la ministra del Interior, Izkia Siches, a La Araucanía; y la firma del Tratado de Escazú, por nombrar un ejemplo de cada uno.
La última semana también fue el debut de dos instancias de representación popular como son el Congreso, el Senado y la Cámara de Diputado y Diputadas; y el Consejo Regional (Core).
En medio de este escenario, con nuevas autoridades, incluyendo también a quienes son designados, han surgido las voces que apuntan a las necesidades y problemas que afrontan los territorios, así como las deudas que se arrastran (en algunos casos) por décadas y, por cierto, las peticiones, sobre todo, desde los municipios.
En este último caso, a propósito de la nueva composición del Core, este medio consultó a un grupo de alcaldes, la mayoría de la provincia de Concepción, sobre los proyectos que priorizarían durante los próximos meses, ello en la búsqueda de apoyo de quienes definen la entrega de recursos del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (Fndr). Y si bien muchas de las respuestas eran esperables, hubo que otras que sorprendieron, dando cuenta de necesidades que parecen estar invisibilizadas.
Y es que en medio de discusiones relacionadas con el desarrollo de importantes obras de infraestructura, como los puentes sobre el río Biobío (cualquiera) o la recuperación de mercados en comunas grandes como Concepción y Talcahuano (cada uno con sus particularidades), también surgen llamados a concretar proyectos de cementerios municipales en Florida o Lota, por ejemplo. Todo un paradoja, mientras seguimos afrontando una de las pandemias más letales de la historia de la humanidad.
Y así como en pleno siglo XXI parece ilógico que existan territorios con problemas de abastecimiento de agua potable (efectivamente los hay), siguen pendientes iniciativas de infraestructura en Salud y la congestión vehícular sigue haciendo de las suyas.
En este contexto, parece necesario apurar el tranco, pues los problemas siguen sin darnos respiro.