Editorial

Congestión vial: soluciones viables, sustentables y adaptadas a la realidad local

El indiscutible aumento de vehículos en las calles ha colapsado el sistema vial. La población, que enfrenta a diario la congestión del sistema de transporte, reclama y pide soluciones a las autoridades.

Por: Editorial Diario Concepción 18 de Marzo 2022
Fotografía: Raphael Sierra P.

Diversas explicaciones han sido entregadas – por autoridades, especialistas y ciudadanía en general – para el fenómeno de la congestión vehicular que se observa a diario en el Gran Concepción. Se dice que la pandemia ha cambiado el comportamiento de parte de la población, puesto que muchas familias elegirían el auto particular para trasladarse por temor a contagiarse con el uso del transporte público. También se atribuye el fenómeno al incremento de vehículos al parque automotor. Según las cifras del gremio del rubro, en 2021 se vendieron 415.581 vehículos nuevos en Chile. Es decir, un promedio que supera los mil autos nuevos cada día.

De hecho, las distribuidoras de vehículos no dan abasto por la demanda: en Concepción hay modelos cuya entrega está programada para febrero de 2023. La mayor liquidez – generada por retiros de las AFP y ayudas del gobierno – explicarían el ingreso de más vehículos y las ventas históricas de autos usados.
El indiscutible aumento de vehículos en las calles ha colapsado el sistema vial en horas punta, como al comienzo de la mañana y al final de la tarde. La población, que enfrenta a diario la congestión del sistema de transporte, reclama y pide soluciones a las autoridades.

La experiencia internacional ha demostrado que no hay soluciones fáciles ni inmediatas. La construcción de más infraestructura como calles, viaductos y otras soluciones suelen convertirse en incentivos para la utilización de autos particulares. El gran ejemplo es Corea del Sur, país que implementó una política de reducción de la infraestructura vial (asociadas a otras medias, obviamente) con efectos muy positivos. A su vez, la imposición de tributos a zonas más concurridas – por ejemplo, tasas adicionales para vehículos que ingresan al centro de una ciudad – transforman las zonas céntricas de las urbes en guetos para los que tienen más recursos. Quien puede pagar, paga; los demás quedan en la zona periférica. La construcción de líneas de metro y tranvías son buenas respuestas para muchas ciudades, pero no todas están aptas para la inversión requerida. El fomento al transporte público y al uso de bicicletas es resistido en zonas con climas más inclementes. Es decir, no hay respuesta fácil para la congestión vial. Es una materia que debe ser estudiada a fondo para encontrar soluciones viables, sustentables en el tiempo y adaptadas a la realidad de cada territorio.

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