Editorial

Una brecha derivada de los estereotipos de la infancia

La igualdad de género en campos de STEM es necesaria para promover la excelencia científica y tecnológica.

Por: Editorial Diario Concepción 07 de Marzo 2022
Fotografía: STEM

Entre los muchos aspectos relacionados con las brechas de género – materia que regresa a la pauta pública con más fuerza mientras se acerca la conmemoración del Día Internacional de la Mujer –, la participación femenina en las áreas de estudio STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics) requiere de mayor atención de nuestra sociedad. Según cifras del estudio 2020 del Observatorio del Ministerio de Desarrollo Social, sólo 1 de cada 4 matrículas en estas carreras corresponde a mujeres, una escasa participación que se explicaría por los estereotipos que se producen desde la infancia. Es decir, hay más hombres que mujeres estudiando carreras en campos relacionados con la tecnología, la ingeniería y las matemáticas, mientras que las mujeres están más representadas en otras áreas, como las ciencias médicas.

Esa realidad no está vinculada con el desempeño académico: en la mayoría de los países de la Ocde (con datos que incluyen Chile) muchas estudiantes de mejor rendimiento no esperan llegar a ser ingenieras o informáticas, sino que dirigen sus ambiciones más altas a posicionarse en otras profesiones de ciencias, como las de la salud.

Esas diferencias en aspiraciones y expectativas laborales conducen a un mercado de trabajo segregado por género. Ello, a su vez, se refleja en diferencias de oportunidades, condiciones laborales y sueldos. También repercute en términos de tasa de publicación de trabajos académicos, prácticas y liderazgos, y en aspectos como la valoración social.

En simples, el espacio de desarrollo profesional para la mujer sigue limitado por variables determinadas por la cultura y las instituciones, como la estructura familiar, la escuela y el mundo del trabajo. En los colegios, por mencionar un ejemplo, los espacios para deportes (generalmente centrales y que ocupan gran parte del terreno) son dominados por niños, mientras que las niñas son relegadas a la periferia de estas zonas.

La igualdad de género en campos de STEM es necesaria para promover la excelencia científica y tecnológica. La brecha en las STEM priva la sociedad del potencial que puede aportar la mujer, más allá de tratarse de un derecho fundamental.

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