Editorial

Obras viales en el Gran Concepción

En sector Collao en Concepción y Jaime Repullo en Talcahuano hace poco iniciaron nuevos trabajos como parte de proyectos a largo plazo, con profundos cambios. Más allá que deben desarrollarse en algún momento ¿No se pudieron hacer antes las acciones más grandes, pensando que en marzo sube el flujo vehicular?

Por: Editorial Diario Concepción 24 de Febrero 2022
Fotografía: Raphael Sierra P.

En noviembre de 2020, tras varios años de postergaciones, finalmente comenzaron las obras de mejoramiento del sector Collao-General Novoa. Una mega propuesta con una inversión cercana a los $40 mil millones y cuyo término total se proyecta para 2026, e incluirá un corredor de transporte público, el soterramiento de Los Carrera para favorecer cruces y ciclovías de alto estándar.

En enero de 2021 autoridades visitaron las faenas, en un eje clave para el transporte como el sector de la Plaza Jurásica. En la ocasión, Sebastián Abudoj, seremi de Vivienda y Urbanismo, indicó que las primeras obras finalizarían en octubre del año pasado y que se licitaría la segunda etapa en 2022. Sin embargo, al transitar por el sector claramente aún no se ha terminado.

Para quienes viven en las cercanías otra opción era tomar la ruta por Palomares y después ingresar por Nonguén en caso de excesivos atochamientos vehiculares. Pero a la altura donde se dobla para la zona del zoológico también se están llevando a cabo obras importantes, que lógicamente ante un mayor flujo vehicular igualmente pueden generar tacos en los horarios punta.

En Talcahuano, en el sector Jaime Repullo, en septiembre de 2019 se iniciaron trabajos de mejoramiento, en una extensión de 2,5 kilómetros y con una inversión cercana a los $11 mil millones. En julio de 2021 llevaban un 57% de avance y hace unos días también se iniciaron algunas labores específicas en un sector del camino, que en horas de alta circulación también generan congestión.

Es sabido que este tipo de proyectos, con altas inversiones y que implican mucho tiempo, siempre sufren retrasos. Pero, en ese sentido, llama la atención dos cosas.Primero, por qué no se aprovechan mejor los meses de menos tráfico, entre diciembre y febrero, para acelerar los trabajos y así cuando se retome la normalidad de marzo la congestión no genere tantos problemas. Pero, por ejemplo, en el sector de la Plaza Jurásica y en Jaime Repullo hace poco comenzaron nuevas labores. Y en relación a lo mismo también vale preguntarse por qué no se aprovechó la etapa de la emergencia sanitaria con mayores restricciones para avanzar más rápido.

Y, en segundo lugar, ¿quiénes fiscalizan los avances de los trabajos y que vayan en relación al cronograma? ¿Qué costos implica que se amplíen los plazos y quién asume el pago de esos dineros?

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