Si la salud mental de una persona no es atendida como es debido, se pueden producir situaciones donde se “explota” como una manera de hacer catarsis ante todo lo que se está viviendo.
El pasado 4 de febrero se conmemoró nuevamente el Día Internacional de la Fraternidad Humana. Una fecha que se instauró, principalmente, por motivos religiosos: el 4 de febrero de 2019 el Papa Francisco y el gran imán de Al-Azhar, Ahmed Al Tayeb, firman la Declaración de Abu Dabi, un paso de gran importancia en el diálogo entre cristianos y musulmanes. Después de encuentro histórico, la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió que ese día de cada año se recuerde para que exista una mayor tolerancia entre quienes profesan distintos credos.
Sin embargo, el tema de la fraternidad, la paz y la convivencia va mucho más allá de ámbito religioso. Hace pocos días, se viralizó un video donde un conductor, en la ruta a Coronel, se bajó de su vehículo y le quebró los vidrios a otro auto porque no le permitió adelantarlo. Una imagen que, tristemente, no es aislada en estos tiempos, donde es común ver acciones de ese nivel de violencia por temas que pueden considerarse insignificantes.
Relacionado a lo mismo, es común que en redes sociales se establezcan disputas de grueso calibre, donde la tendencia es que todos creen tener la razón, y si alguien piensa distinto en un tema determinado se transforma casi de inmediato en un enemigo. Aunque se busque un diálogo con altura de miras, una discusión rápidamente puede subir de tono e, incluso, terminar con amenazas en un mundo virtual donde es fácil esconderse tras seudónimos y el anonimato.
Esto también refleja un problema que, sin dudas, ha quedado en mayor evidencia con la pandemia:el nivel de estrés, de agotamiento que tiene buena parte de la población. En Chile, los problemas de salud mental constituyen la principal fuente de carga de enfermedad. Según un estudio de Carga de Enfermedad y Carga Atribuible, un 23,2% de los años de vida perdidos por discapacidad o muerte (Avisa) están determinados por las condiciones neuro-psiquiátricas.
Un diagnóstico que confirma la relevancia de la parte mental y el cuidado que se debe tener del aspecto psicológico de una persona. Si no se le atiende como es debido, se pueden producir situaciones donde se “explota” como una manera de hacer catarsis ante todo lo que se está viviendo. Por ello, es muy relevante poner esfuerzos y recursos en la atención de la salud mental, y como país es necesario seguir avanzando en ese camino.