La conmemoración del Día Mundial del Pescador debe ser un recordatorio de la importancia de la actividad para miles de familias de la Región. Un sector complejo, que ha pasado por varias crisis, y que requiere políticas públicas orientadas al bien común.
El martes 26 de enero se conmemoró el Día Mundial del Pescador, como un homenaje a todas las personas que se dedican a la pesca, sean aficionados en océanos, ríos y lagos, como también a los hombres y mujeres que hacen de la pesca un modo de subsistencia. Es decir, se celebra al pescador deportivo, que aprovecha su tiempo libre con fines recreativos o competitivos, como también a quienes se lanzan al mar con fines comerciales y de supervivencia.
La Región del Biobío tiene mucho que decir al respecto, puesto que concentra parte importante de la actividad pesquera artesanal e industrial del país. En Biobío hay 59 áreas de manejo, con asignación de cuota de extracción y 71 caletas de pescadores artesanales. Una de cada cuatro embarcaciones artesanales del país (con eslora menor a doce metros) opera en la Región. Existen 20 mil pescadores inscritos en el Registro Pesquero Artesanal y, del total, más de cinco mil son mujeres. La Región lidera la captura y desembarque de recursos pesqueros como jurel, caballa industrial, sardina común – artesanal e industrial- y reineta. Las principales cosechas están lideradas por el loco, navaja y algas, además de la acuicultura en que predominan la trucha arcoiris, el pelillo y los salmones. Miles de familias del Biobío se mantienen a través de los recursos de la pesca artesanal.
A su vez, la pesca industrial genera alrededor de 8 mil puesto de trabajo, principalmente en las comunas de Tomé, Talcahuano, Coronel y Lota. En dichas comunas se encuentran 22 plantas de proceso (11 congelados, 3 conservas, 8 plantas de harina de pescado) que son abastecidas por una flota de 40 barcos industriales. Es una industria orientada a los alimentos y el 80% se destina a consumo humano directo y el resto a consumo humano indirecto a través de la producción de proteínas de alta calidad que son utilizadas en la producción avícola, porcina y salmonicultora. Y más de 300 empresas pequeñas y medianas ofrecen servicios al sector.
Así, la conmemoración del Día Mundial del Pescador debe ser un recordatorio de la importancia de la actividad para miles de familias de la Región. Un sector complejo, que ha pasado por varias crisis, y que requiere políticas públicas orientadas al bien común.