La “paradoja chilena” no existe. El alza de los contagios responde a una serie de causas, como el relajo en las medidas sanitarias y las nuevas variantes del coronavirus. Dicho de otra forma: la vacunación no es suficiente para contener la pandemia.
Hace casi un año abordamos en este mismo espacio la llamada “paradoja chilena”. La expresión fue utilizada internacionalmente para referirse a una situación que parecía desafiar la lógica: una eficiente campaña de vacunación y a la vez un crecimiento sostenido de los contagios por coronavirus. Lo anterior llevó al personal y a la infraestructura hospitalaria al límite del colapso y la respuesta obvia fue a través de nuevos confinamientos y restricciones obligatorias en comunas de todo el país.
Se decía entonces que el beneficio colectivo llegaría cuando al menos un 80% de la población estuviera con el esquema de inmunización, es decir, al menos dos dosis. En los medios se habló mucho — quizás demasiado, minimizando la percepción de riesgo — de la inmunidad de rebaño. Chile superó el 80% de vacunación en la población objetivo en julio del año pasado. Sin embargo, la inmunidad comunitaria no se convirtió en realidad. Pese a los altos índices de vacunación, los contagios iniciaron una escalada sin precedentes.
Al día de hoy, en Chile un 92% de la población mayor de 18 años ya recibió dos dosis de la vacuna. Entre los menores de 18 años la cobertura es de 72%. Los datos son del Ministerio de Salud. Sin embargo, las cifras de contagios alcanzaron su peak histórico, es decir, nunca antes registrado desde el inicio de la pandemia: 12.500 nuevos contagiados, superando por primera vez la barrera de los 10 mil.
Para los especialistas, sin embargo, la “paradoja chilena” no existe. El aumento de los contagios responde a una serie de causas, como el relajo en las medidas sanitarias y las nuevas variantes del coronavirus. Dicho de otra forma: la vacunación contra la Covid-19, por más exitosa que sea, no es suficiente para contener la pandemia.
Esa afirmación necesita ser asimilada tanto por la ciudadanía como por las autoridades sanitarias, para no enviar mensajes equivocados. Llevamos dos años en pandemia, con más de 39 mil personas fallecidas en el país y las cifras siguen aumentando. Las vacunas no reemplazan las medidas sanitarias y de autocuidado y la errónea sensación de seguridad de quienes fueron vacunados puede tener efectos trágicos.