Editorial

Evacuación del borde costero

Sin dudas, es mejor tomar todas las precauciones necesarias, por muy exageradas que puedan parecer para algunos, con el fin de evitar posibles desgracias.

Por: Editorial Diario Concepción 17 de Enero 2022
Fotografía: Cedida

La erupción del volcán Hunga-Tonga-Hunga-Ha’apai ubicado en Tonga el pasado sábado, en Oceanía, provocó un tsunami que derivó en un estado de precaución en 10 regiones del país, entre ellas el Biobío. La alerta de la Onemi comenzó a llegar de forma parcelada a las distintas zonas y a la Región llegó a las 15:22 horas, y se pidió a la ciudadanía abandonar la zona de playa.

Desde la Onemi, Andrea Aravena indicó que este recogimiento lo sucedido con la marea es habitual en este tipo de situaciones. “Hubo un recogimiento del mar, pero es algo normal dentro de un evento de estas características, esto se repitió en otras partes del país. Esto es parte de un proceso normal”.

En medio de ese proceso, también muchísimas personas recibieron una alerta a sus teléfonos, avisando de la situación. Pese a la advertencia de las autoridades, de todas maneras hubo personas que seguían en los sectores costeros, restando importancia a la situación.

Sin dudas, ante cualquier emergencia de este tipo es mejor todas las precauciones necesarias, por muy exageradas que puedan parecer para algunos, con el fin de evitar posibles desgracias. Aunque haya pasado tiempo, lo sucedido el 27 de febrero de 2010 es un recuerdo que siempre debe estar presente en la mente de la ciudadanía y, sobre todo, de las autoridades.

Tras lo sucedido en 2010, se hicieron bastantes acciones a nivel país, como instalar señaléticas en todo el borde costero, simulacros de evacuación en colegios y zonas urbanas, pero como suele ocurrir cuando va pasando el tiempo todo va quedando un poco en el olvido. Situaciones como las que ocurrieron el sábado vuelven a poner en el tapete la necesidad de estar educando constantemente a la población, pues para que un proceso de evacuación funcione de la forma adecuada es clave el conocimiento de las personas sobre cómo actuar en el momento que se presente una emergencia.

Por ello, e independiente que, afortunadamente, la situación del sábado no pasó a mayores, es una señal de alerta para volver a realizar acciones de educación a todo nivel. Que las autoridades prueben sus sistemas de emergencia, ver cómo funcionan las coordinaciones entre los distintos estamentos, y que la ciudadanía también tenga claro qué hacer, y haga caso al llamado de evacuación cuando sea necesario.

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