Un año recién ha terminado y otro comienza . Con él, las aspiraciones de un mejor tiempo, de nuevos propósitos y nuevas metas.
Un año recién ha terminado y otro comienza. Con él, las aspiraciones de un mejor tiempo, de nuevos propósitos y nuevas metas. El 2022 no tendrá el sello de un año repleto de elecciones – como fueron los 365 días que despedimos – pero sí de la implementación de los resultados de los comicios.
Entre los hechos de mayor relevancia política, en marzo habrá la asunción del nuevo Gobierno y también marcará pauta la instalación de nuevos integrantes del Parlamento. Más adelante, en los primeros días de julio debiera finalizar el mandato de la Convención Constitucional y dos meses después se debería concretar el plebiscito de salida, que definirá el futuro de la nueva Constitución. Del punto de vista político y todas sus repercusiones podría decirse que el 2021 no ha terminado.
En materia económica hay cierta preocupación por la evolución de los principales indicadores, como empleo, crecimiento e inflación. El panorama interno depende bastante de lo que ocurra con la pandemia y sus efectos en todos los ámbitos de la vida nacional. El pronóstico, sin embargo, es más positivo que hace 12 meses. Se espera que la vuelta a la presencialidad sea una certeza en áreas como educación, cultura y deportes, cuyas actividades se vieron abruptamente obstruidas por la crisis sanitaria.
Es probable que el mundo siga con campañas de vacunación ante nuevas variantes del coronavirus.
Y en ese aspecto no está demás recordar la imperiosa necesidad de reforzar la solidaridad en la distribución de las vacunas. Ómicron ha generado mayor daño precisamente en las naciones en que las dosis no han llegado o llegaron en cantidad insuficiente. La distribución equitativa de las vacunas no debería ser un dilema para la humanidad, sino un propósito para controlar el coronavirus y finalmente ponerle fin a la pandemia. Acceder a las vacunas es una prioridad para todos los países, pero no todos tienen las condiciones para lograr ese acceso.
Con el inicio del nuevo calendario hay entusiasmo, esperanza y deseos de que este año sea mejor y que todas y todos podamos aportar a la construcción de una sociedad orientada al bien común.