Editorial

Vacunarse contra el virus de la desinformación

Los creadores de falsedades están coordinados. Producen fotos trucadas, falsas alarmas, investigaciones que jamás existieron, denuncias irreales. Estos episodios suelen ser llamados “fake news”, pero nunca fueron “news”, no son ni fueron noticia, no se originaron en medios de comunicación y no fueron generados con la intención de informar a la ciudadanía.

Por: Editorial Diario Concepción 17 de Diciembre 2021
Fotografía: Diario Concepción

Un conocido cardiólogo, que además de otras labores está a cargo de un importante centro de salud en Santiago, intervino para entregar al candidato Gabriel Boric un certificado negativo por consumo de drogas. En consecuencia, es falso el certificado presentado por Boric a las solicitudes de José Antonio Kast de que ambos se hicieran un test antidrogas.

Todo lo relatado arriba es solo una de las más recientes falsedades viralizadas a través de redes sociales. Por un lado, el engaño trata de desacreditar al candidato a la Presidencia. Por otro, sin ningún respeto y comedimiento, pone en tela de juicio la imagen y responsabilidad de un profesional del área de la salud.

Estos episodios de viralización de falsedades suelen ser categorizados como “fake news”. Pero nunca fueron “news”, no son ni fueron noticia, no se originaron en medios de comunicación y no fueron generados con la intención de informar a la ciudadanía. En 2005 los habitantes de la zona costera de Biobío supieron por diferentes medios que un tsunami afectaría a la zona. Errores, impericia, torpeza de distinta naturaleza provocaron lo que podría ser considerado un fake news. Pero cuando se inventan episodios negativos – una fiesta que nunca hubo, por ejemplo – y un diputado de la República dispara críticas infundadas contra autoridades de la Convención Constitucional, entonces estamos frente a la categoría de mentiras, bulos, engaños. Nunca han tenido la intención de informar a la ciudadanía, sino todo lo contrario: desinformarla. Una mentira dicha en un programa de televisión no es fake news, es mentira a secas.

Las falsedades viralizadas por redes sociales no tienen larga vida, pero logran algunos objetivos inmediatos. Generan daño a personas e instituciones. Se cuestiona todo, desde las vacunas y los avances de la medicina a la física cuántica, sin fundamentos mínimos. Confunden a la audiencia con lo que es información real y lo que no es más que fraude. Todo se replica, se reenvía sin chequeo y una parte de la ciudadanía cree en los engaños. Y algo clave: los creadores de falsedades están coordinados. Producen fotos trucadas, falsas alarmas, investigaciones que jamás existieron, denuncias irreales.En los días que corren es imprescindible vacunarse contra campañas de desinformación. Las herramientas y los medios están disponibles en las mismas plataformas digitales que usamos todos los días.

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