Editorial

Difusión de desinformación e incitación a la violencia

Hay abundantes ejemplos del uso indebido de herramientas digitales para mentir, falsear, engañar en campañas políticas.

Por: Editorial Diario Concepción 15 de Diciembre 2021
Fotografía: Archivo

El debate entre los candidatos presidenciales Gabriel Boric y José Antonio Kast sigue intenso en las distintas plataformas y redes sociales. Ambos candidatos participaron este lunes del debate de la Asociación Nacional de Televisión (Anatel), su último encuentro antes de la segunda vuelta a realizarse el próximo domingo 19. Independientemente de los temas abordados, como salud, gobernabilidad, pensiones, narcotráfico, entre otras materias, y de las respuestas de Boric y Kast, el encuentro ha servido para reflotar la discusión sobre uso de herramientas tecnológicas al servicio de las candidaturas. El problema es que tal utilización puede incurrir en prácticas condenables, como el uso de cuentas falsas, fake news y el despliegue de acusaciones sin cualquier preocupación con la verdad.

De hecho, no es una práctica nueva, pero sí hay novedad en el uso de modernas tecnologías y en la escala de la audiencia. A través de plataformas digitales un candidato ha acusado a otro de usar drogas, de ser abusador sexual, maltratador de animales, terrorista callejero, de estar relacionado con el narcotráfico, entre varias otras acusaciones, y todas sin ningún atisbo de presentar prueba de las acusaciones. Hoy es posible llegar virtualmente a toda la población con mentiras coordinadas por sistemas automatizados o gestionadas por personas de carne y hueso.

Hay abundantes ejemplos del uso indebido de herramientas digitales para mentir, falsear, engañar en campañas políticas. El caso del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, llegó a los titulares de todo el mundo dadas las dimensiones de la operación orquestada por Cambridge Analytica, una compañía privada británica que combinaba la minería y análisis de datos con la comunicación estratégica para el proceso electoral. Todo para “cambiar el comportamiento de la audiencia”, según indica su sitio web.

No hay noticia de que en Chile se esté usando herramientas digitales como la que ofrece Cambridge Analytica para definir perfiles de usuarios y luego generar contenidos específicos para determinados perfiles, con el objetivo de manipular la percepción de tales usuarios. Pero sí hay suficientes ejemplos de difusión de desinformación y la incitación a la violencia a través de las redes sociales.

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