La Ley de Tránsito no contempla figuras sancionatorias especiales para las carreras clandestinas. Es necesario que el Congreso establezca el marco legal para desincentivar este tipo de práctica.
Tramita en el Congreso Nacional una iniciativa que modifica la Ley de Tránsito para sancionar la organización y participación en carreras no autorizadas de vehículos motorizados. De hecho, desde 2006 está abierta la discusión entre los parlamentarios sobre las carreras clandestinas de automóviles. El propósito de la actual iniciativa es frenar estos eventos con mayor rigor de la ley, dadas las bajas sanciones existentes y la imposibilidad de perseguir tanto a los conductores como a los organizadores de carreras no autorizadas.
Es un problema que afecta a varias ciudades del país y en Biobío la situación se repite. Sectores como el camino a Santa Juana, la Ruta 160 y la autopista Concepción-Talcahuano suelen ser el escenario para estas actividades. Con las restricciones derivadas de la pandemia hubo una pausa, pero con el fin del toque de queda y de las limitaciones de movilidad, también regresaron algunas malas prácticas que ponen en riesgo a quienes pasan por el lugar y a quienes en ellas participan.
Para abordar esa materia, el texto que pasó por el Senado y se dirige a la Cámara Baja reconoce que la Ley de Tránsito no contempla figuras sancionatorias especiales para estos eventos. En la práctica, las sanciones no son más que una figura genérica de la Ley de Tránsito puesto que las carreras clandestinas no configuran un delito. Desde 2006 han sido ingresados varios proyectos de ley, con modificaciones a la Ley de Tránsito y el Código Penal para sancionar específicamente las carreras clandestinas en autopistas y otras rutas. Ninguna ha prosperado en su larga tramitación.
En la actual iniciativa se plantea que resulta imperativo “proveer a nuestro ordenamiento jurídico de una normativa que permita sancionar, no sólo a quienes participan en carreras no autorizadas, sino también a quienes las organizan, pues estos últimos son los principales promotores y causantes de la proliferación de estas conductas”.
De convertirse en ley, se creará un nuevo tipo penal que sanciona la conducción de vehículos motorizados en carreras no autorizadas y también a los que faciliten vehículo o participen en la organización de las mismas. Es necesario que el Congreso establezca el marco legal para desincentivar este tipo de prácticas.