El uso consciente de los medios como la televisión y otras tecnologías puede impulsar el aprendizaje, la construcción de buenos hábitos, la observación activa de los contenidos, y formación de identidad nacional.
Hoy se celebra el Día Internacional de la Radio y la Televisión a favor de la Infancia. Esta iniciativa de UNICEF destaca el importante papel que los medios de comunicación tienen en la tarea de ofrecer entretenimiento, educación e información para las y los más jóvenes. A la vez, la fecha ofrece una oportunidad para que la sociedad preste atención a las inquietudes y preocupaciones de los niños y niñas y debería ser la ocasión para que ellos y ellas manifiesten su visión del mundo.
Este acontecimiento además permite repensar el potencial que tienen la radio y la televisión cuando son utilizados con fines educativos y culturales. Son canales que producen un gran impacto social entre la audiencia, especialmente la televisión, que influye en todas las edades, pero de manera especial en la infancia y la adolescencia.
En Chile, por su accesibilidad y penetración en los hogares, la televisión es uno de los medios más importantes y reconocidos por la población. Los datos oficiales, sin embargo, muestran que los contenidos para niñas y niños en la TV con señal abierta van desapareciendo de las pantallas año tras año. En sus comienzos, la televisión chilena entregaba un 35% de contenido cultural educativo, mientras que hoy no supera el 5% de la parrilla programática.
Durante la pandemia el país puso en marcha TV Educa Chile, que compiló contenido educativo para niños, niñas y adolescentes. El éxito fue de tal magnitud que TVN adoptó el espacio televisivo como su canal cultural. A mediados de este año partió a través de señal abierta y por internet, reforzando el rol público de la emisora.
Es cierto que el uso inadecuado de la televisión puede favorecer el sedentarismo, mermar la actividad física y el desempeño escolar. Pero no es menos cierto que el uso consciente de los medios como la televisión y otras tecnologías puede impulsar el aprendizaje, la construcción de buenos hábitos, la observación activa de los contenidos, formación de actitudes, habilidades e identidad nacional. Hay buenos ejemplos que deberían ser replicados en materia de programación orientada a informar, educar y entretener para infancia.