Las violaciones a los derechos humanos afectan a hombres y mujeres, pero su impacto y magnitud varían de acuerdo al sexo o género de la víctima. Ello debido a la asimetría existente en las relaciones de poder de nuestra cultura.
Desde el 1 de enero hasta ayer, 24 de noviembre de 2021, en Chile se registraban 35 femicidios consumados y 145 femicidios frustrados. Esas son las cifras oficiales y revelan la cara más visible de la violencia contra mujeres, niñas y adolescentes. Un tipo de violencia que muchas veces no es evidente, que puede ocurrir en el ambiente familiar, de amistades, laboral y sentimental. Con la crisis generada por el coronavirus y las consecuentes medidas sanitarias de aislamiento y distanciamiento social se registró un incremento en las denuncias, incluyendo variados tipos de violencia, tanto física como psicológica, sexual y económica. De hecho, por razones económicas, mujeres, niñas y adolescentes se han visto obligadas a permanecer con sus agresores. Un flagelo que es necesario abordar por toda la sociedad, para erradicar la indiferencia frente a esta situación.
Un flagelo social, dígase de paso. El poder público ha instaurado canales de denuncia, los movimientos feministas, medios de comunicación y otras instituciones han visibilizado el problema y entregado propuestas de soluciones. Pero las conductas violentas fueron normalizadas por décadas, incluso siglos, de modo que ciertas prácticas y tipos de violencia contra las mujeres persisten en nuestras sociedades. Puede darse entre parejas, familiares, adolescentes, en ambientes de trabajo, transporte público y un largo etcétera. A lo anterior hay que agregar la violencia de género, los actos dañinos dirigidos contra una persona o un grupo y que están relacionados con las normas de masculinidad/feminidad o identidad de género de un grupo social.
Es clave encuadrar el asunto como un problema social y vinculado a los derechos humanos. Las violaciones a los derechos humanos afectan a hombres y mujeres, pero la evidencias muestra que su impacto y magnitud varían de acuerdo al sexo o género de la víctima. Ello debido a la asimetría existente en las relaciones de poder de nuestra cultura.
Hoy se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, una fecha que recuerda a las hermanas dominicanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, asesinadas bajo la dictadura de Rafael Trujillo. Un día para recordar, pero sobre todo para reforzar esfuerzos para erradicar, como un imperativo moral de nuestra sociedad, cualquier tipo de violencia contra mujeres, niñas y adolescentes.