Algo pasa que los distintos actores del territorio no lograr conciliar sus diferentes intereses para poder concretar obras que nos beneficien a todos.
Antes que el terremoto y tsunami del 27 de febrero de 2010 afectará al sur de nuestro país, y al Biobío de manera muy particular, uno de los temas de los cuales se hablaba tanto en Concepción como en San Pedro de la Paz era la posibilidad de habilitar el denominado Puente Viejo. Autoridades de la época debatían esta opción, incluso, como para ser utilizado por peatones y ciclistas. Claro, una vez que el terremoto lo botó sin consentimiento alguno, del tema no se habló más.
Hubo un tiempo, además, probablemente durante la administración del Presidente Ricardo Lagos, en que se empezó a hablar con insistencia de la Plataforma Logística del Biobío, un ambicioso proyecto con énfasis comercial que implicaba el apoyo de otros dos viaductos, el Ferroviario (su renovación) y el Industrial (construcción). En la actualidad, ambos cuentan grados de avance, ya sea en estudios o construcción, pero también son objeto de críticas medioambientales.
Pero eso no es todo. Hace solo unas semanas se encontraron osamentas en el lugar donde se realizan obras en torno al Puente Industrial, en la comuna de Hualpén. Aunque se sigue trabajando en el lugar, aún está pendiente un pronunciamiento del Consejo de Monumentos que podría paralizar las labores.
Si hubo uno de los temas por los cuales más peleó el ahora ex alcalde de Santa Juana, Ángel Castro, fue la construcción del denominado puente Amdel. Por años insistió en esa idea junto a su colega hualquino de turno. Hace unas semanas, desde el ministerio de Obras Públicas se informó que el viaducto será finalmente una realidad, pero a fines de 2023. Habrá que ver qué pasa.
Hace unos días, autoridades del servicio de Vivienda y Urbanismo (Serviu) desestimaron levantar un puente mecano en el Humedal Los Batros, en San Pedro de la Paz, como se había anunciado en 2016. Ahora, se informó, será una estructura de hormigón, pero, claro, ya tiene algunos detractores que aseguran trasladará los problemas de congestión de la Ruta 160 a los barrios.
Algo pasa. Una provincia, reconocida por dos puentes que atraviesan el imponente río Biobío (y un tercero que aún no termina su construcción), parece no poder conciliar de manera armónica los intereses de todos para concretar obras en beneficio de la comunidad. Como para reflexionar.