Las niñas y niños en Chile tienen sobrepeso u obesidad que casi duplica el promedio de países desarrollados. Prevenir la obesidad es salvar vidas, dicen los especialistas.
Hay otra pandemia mundial que en forma silenciosa persigue a la humanidad: la obesidad. En Chile el panorama ha provocado una seguidilla de políticas públicas para combatir un flagelo que, según la Encuesta Nacional de Salud, afecta a tres de cada 10 habitantes del país. Un 39,8% tiene sobrepeso y un 3,2% obesidad mórbida. Es más: se estima que una de cada once muertes en Chile es atribuible a los padecimientos derivados del sobrepeso y la obesidad.
La pandemia del coronavirus no vino a mejorar el escenario. Hace exactamente un año la “Encuesta de Consumo de alimentos y ansiedad durante la cuarentena por Covid-19 en Iberoamérica” reveló que 44% de chilenas y chilenos aumentó de peso en la cuarentena. Ese resultado fue alcanzado gracias a una alimentación inadecuada y a la disminución de las actividades físicas. De hecho, el informe “Miradas Globales Sobre el Ejercicio y los Deportes en Equipo”, dado a conocer hace unos meses, reveló que en Chile los hombres le dedican 4,5 horas semanales promedio a la actividad física, mientras que las mujeres lo hacen 3 horas semanales promedio. El promedio global es superior en ambos casos: 6,9 horas en hombres y 5,4 en mujeres. En el listado de 29 naciones investigadas somos el cuarto país que menos horas de deporte realiza a la semana, por debajo del promedio mundial (6,1 h) y solo superando a Italia (3,6 h), Japón (3,3 h) y Brasil (3 h).
En materia de alimentación se ha avanzado con el etiquetado de alimentos (ley 20.060), los programas que impulsan estilos de vida saludables, pero hay materias pendientes. Por ejemplo, en la capacitación de profesionales de la salud de atención primaria para que aborden la obesidad como un problema de salud pública que el país no debe pasar por alto. También hay retos en los programas de educación para las prácticas deportivas y actividades físicas. La instalación de máquinas de ejercicio en las plazas y espacios públicos por todo el país no es suficiente para que la población incorpore hábitos saludables.
De no enfrentarse a estos desafíos, el futuro no es alentador: las niñas y niños en Chile tienen sobrepeso u obesidad que casi duplica el promedio de países de la Ocde. Prevenir la obesidad es salvar vidas, dicen los especialistas.