Editorial

La Capital de la Energía Limpia de Chile

Distintos proyectos buscan avanzar en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero al medio ambiente y de los efectos de los contaminantes sobre la vida humana.

Por: Editorial Diario Concepción 28 de Octubre 2021
Fotografía: Carolina Echagüe M.

En los últimos 15 años la Región del Biobío fue asimilando — voluntariamente o no — un perfil de territorio con vocación para la generación de energía. “Biobío la Capital Energética de Chile” fue el concepto utilizado ampliamente, incluso por autoridades de gobierno en un pasado reciente. Esa visión tiene sus bases en la diversidad de la matriz instalada, con la presencia de centrales de pasada, embalses, térmicas a carbón, diesel, gas natural, biomasa, biogás y eólica.

Pese a la positiva imagen de ese protagonismo, Biobío ha tenido que asumir costos importantes, incluyendo la carga de concentrar una de las zonas de sacrificio del país. Lo anterior está relacionado con el uso de combustible fósil para la generación de energía eléctrica, actividad que genera externalidades negativas en las comunidades en que están localizadas las plantas de generación.

La realidad energética regional debería cambiar en los próximos años. La Cámara de Diputadas y Diputados despachó al Senado un proyecto de ley que prohíbe el funcionamiento de centrales a base de carbón a partir del 31 de diciembre de 2025. A su vez, el Senado impulsa una moción, de artículo único, que prohíbe inyectar al Sistema Eléctrico Nacional energía eléctrica cuya fuente primaria sea la combustión de sustancias fósiles. Si bien la moción estira el plazo para 2030, incorpora a todos las materias primas fósiles en la restricción. Ambos proyectos buscan avanzar en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero al medio ambiente y de los efectos de contaminantes sobre la vida humana. De esta manera, las plantas de generación solo podrán abastecerse de energías renovables.

La historia muestra que la Región del Biobío ha tenido diferentes énfasis en su tejido económico-productivo, desde la agricultura (sigue el testimonio de la diosa Ceres en la Plaza de la Independencia), la minería del carbón, la industria manufacturera, siderúrgica y textil, como también el período de las fábricas de loza y vidrio al auge de la pesca, las forestales y el boom de los servicios. Con las decisiones de empresas locales de descarbonizar la matriz energética, junto con las iniciativas legislativas, es posible que, en poco años más, la Región pueda ser conocida como “La Capital de la Energía Limpia de Chile”.

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