Editorial

La batalla contra la desinformación

En esa batalla contra la información falsa están los medios de comunicación, en los cuales la ciudadanía puede verificar la información que encuentra por las redes.

Por: Editorial Diario Concepción 27 de Octubre 2021
Fotografía: Sarah Montti.

Otra vez el mundo se entera de que una plataforma de redes sociales debe intervenir en el canal de un gobernante. El lunes YouTube suspendió por una semana las actividades del canal del presidente brasileño, Jair Bolsonaro. El motivo: falsas informaciones entregadas por el mandatario en un video en que se asocia la vacuna anticovid con el Sida (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida). Según Bolsonaro, informes oficiales del gobierno británico insinúan que los vacunados están desarrollando el Sida “mucho más rápidamente de lo previsto”. El Gobierno inglés ha desmentido la información, también la Sociedad Brasileña de Infectología, mientras que Youtube, Facebook e Instagram eliminaron el video de Bolsonaro. Sin embargo, el acceso a otros videos del canal del presidente, que tiene 3,5 millones de suscriptores, sigue abierto.

El episodio con Bolsonaro está lejos de ser un caso aislado. El expresidente de Estado Unidos, Donald Trump, tuvo sus cuentas de redes sociales bloqueadas al inicio del año tras sus airadas declaraciones luego de la toma del Capitolio. Trump ya había afirmado en reiteradas ocasiones que hubo fraude electoral en las elecciones de noviembre y que le dieron el triunfo al candidato demócrata, Joe Biden. De hecho, Trump anunció recientemente la creación de su propia red social para hacer frente a las grandes “Big Tech de Silicon Valley”.

También se acumulan los casos de gobiernos que bloquean las redes sociales en sus países. En el pasado reciente Sri Lanka bloqueó el acceso a Facebook, Whatsapp y otras plataformas después de una cadena de atentados a bomba. Otras naciones han hecho lo propio en determinadas ocasiones para evitar la difusión de desinformación y la incitación a la violencia a través de las redes sociales. Aunque hay críticas, por ejemplo, al hecho de que los integrantes del Estado Islámico sí logran comunicarse a través de redes sociales.

El bloqueo de las RR.SS. ha sido utilizado, con mayor o menor grado de eficacia, para frenar la propagación de desinformación y la incitación al odio. Los especialistas aseguran que bloquear estas plataformas no siempre es una buena medida,pero reconocen que a veces es plenamente justificable. La noticia positiva es que en esa batalla contra la información falsa están los medios de comunicación y los canales oficiales, sitios en que la ciudadanía puede verificar la información que encuentra por las redes.

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