Incluso más que en otras oportunidades, será importante votar con la información debida, lejos de las influencias que generan las encuestas o, por qué no decirlo, las amistades.
Hace unos días partió el período legal de propaganda en las campañas políticas y con él la última parte de la cara a las elecciones del 21 de noviembre, donde los chilenos deberemos elegir quien será el encargado de conducir los destinos el país, durante los próximo cuatro años. Pero, también habrá elección de senadores, diputados y consejeros regionales. Aunque todos los comicios son importantes, en esta oportunidad la elección de dichos cargos tienen componentes especiales.
En el caso de la primera magistratura, recordemos, será la primera vez que los chilenos concurran a las urnas, tras el denominado estallido social, el mismo que movilizó a millones de ciudadanos a la calles, para manifestarse en contra de las injusticias que por años han sido parte de nuestro diario vivir. Una cifra, por cierto, infinitamente superior a la que generó destrozos y, de la cual, quien gobierne el país, le guste o no, tendrá que tomar nota.
En medio de este proceso, además, el Congreso hizo lo suyo, por ejemplo, aprobando un antiguo proyecto de ley que limita la elección de las autoridades políticas.
La aprobación de dicha ley generó sus primeros efectos en las elecciones municipales de mayo, cuando algunos jefes comunales en ejercicio no pudieron postular a otro periodo. En esta oportunidad, es un hecho que el Congreso sufrirá importantes cambios. En el Distrito 20, por ejemplo, solo cuatro de los ocho diputados actuales serán opción a un nuevo periodo de cuatro años. De hecho, tres de las votaciones más altas del territorio, Gastón Saavedra (PS), José Miguel Ortiz (DC) y Enrique van Rysselbeghe (UDI), competirán por un escaño en el Senado. Los dos últimos, justamente, por le ley que limita la reelección de la autoridades políticas.
Finalmente, en medio de un proceso de descentralización en marcha, se deberá elegir a los nuevos 28 consejeros regionales, que tomarán importantes definiciones respecto a proyectos de inversión y planificación en el territorio.
Quizás por ello, incluso más que en otras oportunidades, será importante votar con la información debida, lejos de las influencias que generan las encuestas o, por qué no decirlo, las amistades. A cuatro semanas de la que se espera sea una de las elecciones más reñidas del último tiempo, la invitación es estar atento, ante todo, a las propuestas de cada candidato.