Aunque pareciera una materia menor, es primordial mantener en la ciudadanía hábitos como uso de mascarillas, distanciamiento social y el lavado de manos, puesto que son temas de salud pública.
En medio de la desgracia y caos provocados por la pandemia, también podemos considerar algunos eventos positivos, como la menor contaminación del medio ambiente, el trabajo colaborativo de miles de investigadores en la búsqueda de soluciones para la crisis sanitaria, y también los hábitos de autocuidado que nadie debería perder, aunque el coronavirus fuera extinto mañana. El lavado de manos es, probablemente, una práctica que se convirtió en una obligación que adoptamos en la era de la Covid-19.
El lavado de manos, el uso de mascarillas y el distanciamiento social son, probablemente, los hábitos más recurrentes a diario y que más ayudan a mantenerse a salvo del coronavirus. De hecho, el lavado de manos figura entre las formas más efectivas y económicas de prevenir infecciones diarreicas y respiratorias, que pueden afectar a personas de toda edad, pero que están entre las principales cargas de morbimortalidad infantil en menores de 5 años. Según la OMS, lavarse las manos podría reducir un 50% la incidencia de diarreas en menores de 5 años y a cerca de 25% las infecciones respiratorias. Según estudios internacionales, una persona se toca el rostro 16 veces por hora, en promedio. Sin una adecuada higiene, las manos llevan a la boca, nariz, oídos, ojos y piel un sinfín de microorganismos, incluida la variante delta del coronavirus.
Según los especialistas, un gran porcentaje de las infecciones como hepatitis, tifoideas, además de enfermedades como la influenza, se trasmiten a través de manos contaminadas. Es decir, “patologías infecciosas, incluyendo las de vía aérea, se transmiten mucho más por las manos que por el aire”, señala el infectólogo Guillermo Acuña.
Aunque pareciera una materia menor, es primordial fomentar buenas costumbres en la ciudadanía, como uso de mascarillas, distanciamiento social y el lavado de manos, puesto que son temas de salud pública. El control de la pandemia del coronavirus inevitablemente pasará por prácticas de autocuidado personal y en forma colectiva. Urge tomar acciones para que estas prácticas sean algo cotidiano luego de que el coronavirus, aparentemente, no sea una amenaza al mundo. Prácticas que definitivamente salvan vidas.