Editorial

Una estrategia permanente para el desarrollo de la Región

Buena parte del vino chileno exportado sale de Chile a granel, en containeres. Biobío no puede replicar ese modelo, sino que debe enviar productos elaborados, y no la materia prima. La pandemia no servirá como excusa para magros resultados en los próximos años.

Por: Editorial Diario Concepción 29 de Septiembre 2021
Fotografía: Raphael Sierra P.

La pandemia ha incrementado los graves problemas de competitividad y productividad en muchos sectores económicos de la Región del Biobío. Sin embargo, es forzoso reconocer que parte de los problemas son estructurales, anteriores a la llegada del coronavirus. Una Región que fue pionera y líder en el sector industrial manufacturero, ha enfrentado dificultades, en distintos rubros, para hacer competencia a otras economías.

Siempre que el debate sobre estos temas regresa, también vuelve la eterna fórmula de “agregar valor” a los productos y servicios locales, como también las recetas de “diversificación de la canasta exportadora” y de los destinos que reciben las exportaciones locales. Y es cierto: agregar valor es un mantra que la economía regional debe repetir ad infinitum.

Con una reconocida vocación exportadora, la internacionalización de Biobío debería ser parte del plan de desarrollo estratégico. Una internacionalización, claro está, que sobrepase los límites de los negocios por exportaciones e importaciones, sino que abarques todas las oportunidades posibles y todas las acciones que tengan la adecuada factibilidad.

Existe un notorio consenso sobre la necesidad de que la Región retome la senda de crecimiento, con productos y servicios innovadores y tecnológicos en todas las áreas. De esta manera, la academia y sus investigadores pueden contribuir con acciones concretas al desarrollo a través de la formación de capital humano, transferencia tecnológica y escalamiento comercial de las tecnologías desarrolladas. En pandemia, varios ejemplos de soluciones salieron de los laboratorios para los centros de producción en escala.

La apuesta por agregar valor a productos y servicios y la internacionalización de la Región deben figurar en la estrategia de desarrollo en forma permanente, sin dependencia del gobierno de turno. No hacerlo conduciría a una apuesta en la competencia por precio en los mercados. Sería una estrategia equivocada para una región que busca mejorar sus estándares de ingresos y de calidad de vida. Buena parte del vino chileno exportado sale de Chile a granel, en containeres. Biobío no puede replicar ese modelo, sino que debe enviar productos elaborados, y no la materia prima. Ello es válido para el sector forestal y pesquero, por ejemplo. La pandemia no servirá como excusa para magros resultados en los próximos años.

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