Ese debate está más vigente que nunca en Chile. Recientemente se supo que un solo actor está a punto de controlar la mitad de las ventas de los supermercados de todo el país. El gigantismo suele acompañar el control de mercado y la imposición de precios.
El gigantismo empresarial ha sido materia de debates en las últimas décadas en todo el mundo. En Chile la concentración de mercado en algunos sectores ha generado ese fenómeno, que afecta considerablemente a los consumidores finales. El principal argumento para el gigantismo se sostiene en la teoría de que las compañías gigantes entregan mayores beneficios, puesto que no están enfrentadas a la competencia de los negocios menos rentables y pueden comprar a mejores precios y en grandes cantidades. La evidencia, sin embargo, es que el gigantismo suele acompañar el control de mercado — con la consecuente eliminación de otros actores — y la imposición de precios.
Ese debate está más vigente que nunca en Chile. Recientemente se supo que el conglomerado estadounidense Walmart, que controla los supermercados Lider y Ekono, se acerca a dominar la mitad de las ventas en todo el país. Es decir, un solo actor pasaría a controlar la mitad de las ventas en ese sector. Además de Walmart tienen relevancia Cencosud, con cerca de 30% de participación del mercado, y SMU, que alcanzará alrededor de 20% del total de ventas de los supermercado en Chile. Es decir, además de la considerable porción de la torta en manos de una corporación, solamente otras dos empresas tienen mayor peso en el mercado.
Ello ocurre en otros ámbitos de la economía nacional, de acuerdo con los datos del Servicio de Impuestos Internos. El año pasado las grandes empresas alcanzaron el 87% del total de las ventas registradas en el país, aunque representen el 1,4% del universo del total de compañías, y fueron responsables por el 48% del empleo. A su vez, las micro, pequeñas y medianas empresas totalizaron el 13% de las ventas y cerca de 44% de los trabajadores dependientes. En cada mercado sectorial en Chile no suele existir mucho más de tres actores principales.
El crecimiento desmesurado de empresas en determinados sectores de la economía, asociado a la concentración de mercado, pueden generar incentivos a los abusos. El país ya lo ha visto en reiteradas ocasiones, en fraudes y colusiones. Por eso es relevante que los organismos regulatorios estén atentos, como también la Comisión para el Mercado Financiero, el Ejecutivo y el Congreso Nacional para evitar excesos por posición dominante.