Editorial

La responsabilidad individual ante la pandemia y los contagios

En medio a grandes esfuerzos económicos y sociales de todo el país para reducir los contagios, hay quienes le han dado la espalda a toda esa movilización, retrasando la evolución a un mejor escenario.

Por: Editorial Diario Concepción 27 de Junio 2021
Fotografía: Carolina Echagüe

Al inicio del mes, un informe del Ministerio de Salud impactó por su números: en la Región del Biobío más de 220 mil personas no habían accedido a ninguna dosis para inmunización contra el coronavirus y otras 432 mil estaban atrasadas con la segunda dosis. Para reducir la brecha, y llegar al menos a un 80% de la población objetivo, se inició una intensa campaña de vacunación centrada en los rezagados.

Tras más de un año de pandemia, con todas las medidas sanitarias conocidas y los impactos negativos por la propagación del virus, todavía hay un gran número de personas que — por razones que escapan al sentido común — han postergado la vacunación. Es más: todavía hay quienes transitan por los espacios públicos sin mascarillas, organizan y participan de fiestas clandestinas, celebraciones familiares y religiosas que no está autorizadas ni respetan los aforos recomendados. Por lo mismo el resultado no podría ser otro: siete de cada 10 nuevos contagios afectan a personas que no han completado su esquema de vacunación.

Ese comportamiento negacionista sobre los peligros de contagios y los efectos positivos de las vacunas, inesperadamente, cambió como un “efecto secundario” del Pase de Movilidad. Según las autoridades de Salud hubo un aumento en la demanda para inoculación frente a la Covid-19. La posibilidad de tener mayor movilidad en medio de las restricciones actuó como incentivo para acudir a los centros de vacunación.

Mucho se ha comentado sobre las posibles razones del incumplimiento a las recomendaciones sanitarias. Deficiente comunicación de riesgo suele ser la más señalada, como también la “fatiga pandémica, el exceso de confianza y un sesgo a creer que el contagio solo ocurrirá a las demás personas. En medio a grandes esfuerzos económicos y sociales de todo el país para reducir los contagios, miles de personas le han dado la espalda a toda esa movilización, desconociendo medidas que van en su propio beneficio. Para terminar con las medidas restrictivas y los efectos económicos, políticos, sociales y anímicos en la población, es necesario un punto de inflexión en la evolución de los contagios. La responsabilidad individual y social es la clave para que el país pueda avanzar hacia un mejor escenario.

Etiquetas