Editorial

Más que un problema doméstico, un tema de convicción

Las polémicas en torno a las nuevas autoridades se originan en el ministerio del Interior, por ello cabe preguntar, si existe la convicción de impulsar el futuro proceso de administración regional

Por: Editorial Diario Concepción 22 de Junio 2021
Fotografía: Isidoro Valenzuela M.

En las últimas semanas volvió a la palestra la polémica por la ocupación del cuarto piso del edificio del Gobierno Regional (Gore), ubicado en calle Arturo Prat 525, donde actualmente desarrolla su labores el intendente.

Era de suponer que tras la elección de los gobernadores regionales, donde se impuso el independiente Rodrigo Díaz, el tema generaría más repercusiones, considerando el interés que tendría la electa nueva autoridad de posicionarse. Y fue tan así, que Díaz junto a la Asociación de Funcionarios del Gore recurrieron a Contraloría, planteando incluso, la posibilidad de que se configure el delito de malversación de caudales públicos. Todo por la eventualidad que el delegado presidencial, representante del ministerio del Interior, ocupe un espacio asignado al Gore.

La polémica también escaló al Senado, pues no se trata de una situación exclusiva del Biobío. El hecho se replica en la mayoría de los territorios del país.

Pero eso no es todo. En los últimos días, también conocimos la aparición de un nuevo cargo, gestor territorial, quien no solo ocupará las dependencias de la gobernación provincial de Concepción, donde se suponía se instalaría del delegado, sino también, a juzgar por lo manifestado por el intendente, Patricio Kuhn, cumplirá idénticas funciones a las del representante del Jefe de Estado, es decir, coordinación con los secretarios ministeriales y seguridad pública.

Por cierto, el cargo no es parte del Ley de Fortalecimiento de la Regiones, que establece la nueva forma de administración regional, que crea la figura de los gobernadores, los delegados, las nuevas divisiones y el traspaso de competencias.

Considerando que ambas polémicas se originan tras medidas impulsadas por el ministerio del Interior, cabe preguntarse, si existe la convicción de llevar adelante el nuevo proceso administración regional. En su paso por el Región el precandidato presidencial, Joaquín Lavín, dijo que se trataba de una pelea chica, sin mayor importancia. Entonces, si en este tipo de hechos, las posturas son tan intransigentes, y no hay espacios para el diálogo en busca de soluciones, ¿qué pasará cuando se discutan temas realmente importantes? ¿Seguirá operando la mirada centralista? Por eso, más que un problema doméstico, se trata de un tema de convicción.

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