Hubo menos incendios en la actual temporada, tanto en ocurrencia de siniestros como en la superficie afectada. Ha sido clave el fomento a la cultura de prevención, donde la labor con las comunidades es fundamental.
Una buena noticia para el sector forestal y también para los habitantes de los territorios y el medio ambiente: la ocurrencia de incendios en el país bajó en un 13% en la temporada 2020-2021, en comparación con el período anterior (7.091 siniestros este año contra 8.112). La superficie afectada ha disminuido un 66% (35.213 hectáreas esta temporada y 102.241 hectáreas la anterior), según informaciones entregadas por las autoridades del sector.
De acuerdo con la Corporación Nacional Forestal (Conaf), la reducción de los siniestros en la temporada 2020-2021 es el resultado de la planificación y la labor en conjunto con el sector privado y otros organismos y entidades que participan en la prevención y control de estas emergencias. Especialmente importante ha sido el fomento a la cultura de prevención, donde el trabajo con las comunidades es fundamental. Ello porque, según los especialistas en la materia, el 99% de los incendios son de origen humano (no necesariamente intencional) y los grandes siniestros ocurren cada 10 o 15 años. Y si bien es cierto que la ocurrencia y el daño por los incendios forestales bajaron en la actual temporada, es preocupante la alta intencionalidad de estos, según han revelado las autoridades. La temporada 2018 y 2019 fue la última en que el país registró incendios de gran magnitud, que arrasaron con vidas, patrimonio ecológico y forestal. La magnitud de la tragedia fue percibida por los habitantes de los grandes centros urbanos — que no suelen presenciar estos eventos —, puesto que el humo llegó incluso a las capitales regionales.
Los incendios forestales pueden tener diferentes causas: descuidos o negligencias en la manipulación de fuentes de calor en presencia de vegetación combustible, por prácticas agrícolas, por una escasa cultura ambiental o por intencionalidad originada en motivaciones de distintas naturalezas. Junto con conmemorar la significativa reducción de los incendios es clave insistir en la importancia de las acciones educativas que se apoyan fuertemente en la educación ambiental. La coordinación con las comunidades es fundamental a la hora de proteger nuestro medio ambiente, sus bosques, montañas y cuencas hidrográficas.