Mas que un derecho para los medios de comunicación y los periodistas, la libertad de prensa es una garantía de que la sociedad podrá acceder a información de todos los ámbitos, sin coerción ni presiones de carácter político, económico, religioso u de otra índole.
Ayer se celebró otra vez el Día Mundial de la Libertad de Prensa, establecido por las Naciones Unidas en 1993. La fecha brinda la oportunidad para evaluar la libertad de prensa en el ámbito global, para defender el derecho a informar y a ser informado, y para meditar sobre la importancia, para la ciudadanía, de vivir en un país con medios de comunicación independientes y libres de censura.
Lo anterior es relevante cuando se constata que en muchas naciones la libertad de informar y de opinar no es un valor reconocido socialmente. Al contrario, la libertad de prensa suele ser un inconveniente para ciertos regímenes. Todos los años, organismos como Reporteros Sin Fronteras y Freedom House publican informes sobre en nivel de libertad de prensa e independencia editorial en la mayoría de los países del mundo. Tradicionalmente, naciones escandinavas lideran el listado de territorios con amplias libertades, mientras que Bielorrusia, Irán y Corea del Norte, entre otros, figuran en las peores posiciones.
Según Reporteros Sin Fronteras, más de un tercio de la población mundial vive en países en que sencillamente no existe la libertad de prensa. La ciudadanía se informa solamente sobre las materias que interesan al poder dominante, y de la forma que ese poder determina. El control estricto del acceso a la información es clave para la existencia de gobiernos no democráticos, como también para la validación de sus sistemas de control y de seguridad asociados al aparato estatal.
En Chile, la Constitución establece como un derecho la libertad de emitir opinión y la de informar, sin censura previa, en cualquier forma y por cualquier medio. A la vez, ese derecho debe ser ejercido con responsabilidad y por lo mismo las leyes establecen sanciones para eventuales delitos y abusos que se cometan en el ejercicio de esas libertades.
Mas que un derecho para los medios de comunicación y los periodistas, la libertad de prensa es una garantía de que la sociedad podrá acceder a información de todos los ámbitos, sin coerción ni presiones de carácter político, económico, religioso u de otra índole. La libertad de prensa brinda garantías para que la ciudadanía también ejerza el derecho de organizarse para la edición de medios de comunicación. Una forma democrática para intercambiar visiones, posiciones, propuestas y críticas, en un marco de respeto y responsabilidad.