El aporte de recursos a través de la billetera fiscal debería ser un catalizador de nuevas inversiones. De lo contrario, el esfuerzo del erario tendrá impactos limitados.
En su último Informe de Política Monetaria, el Banco Central de Chile destaca el proceso de recuperación de la economía chilena, que ha avanzado con velocidad superior a lo previsto. “La mejor adaptación de las personas y las empresas ha sido clave para esto”, dice el texto del Central, que además eleva la proyección de crecimiento, ubicándola entre 6% y 7% para 2021.
Por un lado, se atribuye la mejora al contexto interno. Hubo cierta adaptación de empresas y hogares a la pandemia, “observándose un fuerte desarrollo de los canales de venta online, el trabajo a distancia y la adopción de normas que permiten reducir la posibilidad de contagios en el trabajo”, explica el BC. Pero el escenario internacional también ha favorecido una percepción positiva. Varias economías, como China y EE.UU., también se han recuperado antes de lo previsto, lo que apoya el crecimiento de Chile. El proceso de vacunación también está avanzando en el resto del mundo, mejorando las expectativas económicas, y Chile es una de las naciones con éxito en la inoculación de la población.
Sin embargo, las condiciones no son estables ni seguras en su totalidad. El propio Central reconoce que persisten riesgos para la recuperación económica. El fuerte aumento de los contagios, las restricciones sanitarias y sus impactos son claros ejemplos de que el panorama tiene cierto grado de incertidumbre. Las proyecciones para 2021 deben ser moderadas, puesto que hay discrepancias en cuanto a crecimiento del PIB y no se percibe una mayor disposición de la inversión privada, fundamental para proyecciones más optimistas. El aporte de recursos a través de la billetera fiscal debería ser un catalizador de nuevas inversiones, de lo contrario el esfuerzo del erario tendrá impactos limitados.
A través de sus políticas, como las metas de inflación y de gestión monetaria, el BC busca entregar y mantener un contexto favorable al crecimiento y al desarrollo del país. En los últimos meses se ha observado una mayor actividad, impulsada por las políticas fiscales y monetarias, como también debido al uso de ahorros, como los retiros de los fondos de pensiones. Pero siguen importantes brechas en el mercado laboral. Es necesario, por lo tanto, que el sector privado muestre la misma disposición a realizar un esfuerzo importante para enfrentar la crisis y asegurar la recuperación.